La relación entre Jaime de Marichalar y la familia real española ha sido distante desde su divorcio con la infanta Elena en 2009. Aunque mantuvo una vida discreta después de la separación, su cercanía con sus hijos, Victoria Federica y Froilán, lo lleva a coincidir ocasionalmente con los miembros de la realeza en eventos públicos. Sin embargo, su único lazo afectivo dentro de la familia real es con la reina Letizia.
En los últimos años, Jaime se ha mantenido lejos de la familia real. Solo se ha encontrado con los reyes en algunos eventos específicos, como el funeral del empresario Plácido Arango en 2020 o la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Investigación en 2019. Es posible que en el futuro coincida con ellos en más ocasiones una vez que los jóvenes se casen. Sin embargo, Jaime prefiere mantener cierta distancia. No depende de los favores de la casa real, ya que cuenta con sus propios contactos, algunos de los cuales son bastante influyentes.
La reina Letizia y Jaime de Marichalar, confidentes en la sombra
Cabe decir que cuando estuvo casado con Elena, Jaime tampoco tenía una relación demasiado afectiva con su familia política. Él era muy respetado, dado que era la única pareja de alguno de sus hijos con sangre noble. Pero estaban lejos de intimar como una familia normal. Excepto con una persona: la reina Letizia.
La estrecha relación entre Letizia y Jaime de Marichalar se ha mantenido a lo largo de los años, incluso después de la separación de este último de la familia real. Aunque sus caminos han seguido diferentes trayectorias, su amistad ha perdurado a través del tiempo.
Letizia y Jaime de Marichalar comparten un profundo cariño mutuo. Durante su matrimonio con la infanta Elena, Jaime encontró en Letizia una confidente y compañera de conversaciones en los momentos de reunión familiar en Baqueira o Marivent, lugares donde compartían confidencias y lecturas. Además, ambos comparten una gran pasión por la moda.
Jaime de Marichalar conocía el affaire de Letizia con Del Burgo
Fue precisamente durante esos momentos de confidencias cuando Letizia confesó a Jaime de Marichalar los problemas en la cama que enfrentaba con Felipe VI. Según revelaciones de Jaime del Burgo, Letizia había mantenido una relación con el abogado entre 2002 y 2004, que retomaron incluso después de su matrimonio con el príncipe, hasta 2011. Jaime de Marichalar fue la primera persona en enterarse de esta situación, pero guardó el secreto y brindó apoyo y consejo a Letizia.
Conociendo los problemas íntimos de Letizia con Felipe, Jaime de Marichalar le aconsejó que siguiera lo que dictara su corazón y que, si la relación con el príncipe no la satisfacía, abandonara la familia real, siguiendo su propio ejemplo. Sin embargo, Letizia optó por seguir adelante con su matrimonio, a pesar de las dificultades. El poder ya la seducía lo suficiente.