Durante años, la relación entre la reina Letizia y el rey Felipe VI ha estado envuelta en un relato oficial cuidadosamente construido: un romance discreto que desembocó en una boda real histórica por el origen plebeyo de la novia. Sin embargo, otras informaciones apuntan a que la historia pudo ser mucho más compleja, y que detrás del enlace se ocultó una negociación meticulosa con implicaciones personales, políticas y económicas. En el centro de este relato aparece una figura destacada: Jaime del Burgo, abogado navarro y, según las fuentes, una figura clave en la vida de Letizia antes de su conversión en reina.
Lejos de ser un mero espectador, según la experta Laura Rodríguez, Del Burgo habría sido el puente inicial entre Letizia y el entonces príncipe Felipe, pero también el intermediario en un acuerdo que marcaría el futuro de la monarquía española. La influencer mencionada asegura que no solo facilitó el encuentro entre ambos, sino que actuó como negociador en nombre de Letizia, defendiendo sus intereses personales antes de que diese el paso definitivo hacia la vida institucional.

Jaime del Burgo actuó como portavoz de la reina Letizia en los acuerdos prematrimoniales
Según esta versión, ese supuesto acuerdo, alcanzado para que Felipe VI siguiera el protocolo y formara una familia con herederos, habría incluido garantías económicas a largo plazo, condiciones de vida dignas de una reina consorte y, sobre todo, un compromiso claro: dar herederos al trono y mantener una imagen pública impecable. A cambio, Letizia obtendría una pensión vitalicia en caso de divorcio, el uso exclusivo de dos residencias oficiales, una para el invierno y otra para el verano, y plena discreción sobre sus actividades privadas.
El modelo pactado contemplaba inicialmente tres hijos, siguiendo el patrón de los reyes Juan Carlos y Sofía. Sin embargo, tras el nacimiento de Leonor y Sofía, ese tercer descendiente nunca llegó. Algunos achacan este hecho a las dificultades médicas de Letizia, quien habría sufrido abortos y complicaciones en los embarazos, mientras que otros lo relacionan con el desgaste progresivo del matrimonio real.
Según Laura Rodríguez, fue todo un montaje
Uno de los aspectos más delicados que comenta la comunicadora es que Felipe VI habría conocido perfectamente la relación previa entre Letizia y Jaime del Burgo, y pese a ello, toleró su cercanía durante los primeros años del matrimonio. Incluso se ha llegado a decir que Del Burgo fue invitado ocasionalmente a vacaciones familiares para mantener una apariencia de normalidad y evitar cualquier tipo de escándalo mediático.

Esa calma aparente se rompió cuando Del Burgo comenzó a hacer revelaciones públicas a través de sus redes sociales, filtrando detalles íntimos y lanzando mensajes enigmáticos sobre su pasado con la reina. Según algunos analistas, rompió un pacto de confidencialidad que habría firmado tiempo atrás. El motivo exacto sigue siendo un misterio, pero sus publicaciones han generado un terremoto mediático difícil de silenciar.