Irene Urdangarin trae de cabeza a Cristina de Borbón. Su madre ya no sabe que hacer con ella, ha sido la gran decepción de sus hijos. A día de hoy, los tres varones trabajan y continúan con sus respectivas formaciones, tal vez es Juan Urdangarin quien más problemas le dio en el pasado y quien menos se ha formado, pero se defiende él solo, como Pablo y Miguel. Cada hijo en una ciudad distinta. Juan en Londres, Miguel en Madrid y Pablo en Barcelona. La benjamina de la familia vivía en Ginebra con su madre mientras terminaba sus estudios escolares.
La idea de Irene Urdangarin era estudiar Administración y Dirección Hotelera en la prestigiosa universidad de Lausana, la más exigente de toda Europa. Aunque con el bachillerato internacional, la hija de Cristina no tendría que presentarse en España a ninguna prueba de acceso, podría hacer cualquier carrera solo con su nota de bachillerato, su nota es muy baja y además, en Lausana obligan a superar unas pruebas de acceso y a realizar dos semanas de prácticas previas.
Irene Urdangarin era muy buena estudiante, Cristina e Iñaki estaban muy contentos con ella, sin embargo, hace dos años, justo cuando empezó bachillerato, empezó a flojear. Se acusa este bajo rendimiento a la situación de sus padres. La infanta y el exduque se habían separado y batallaban por las condiciones del divorcio. Fue una época muy complicada para ella, igual que para Juan fue difícil cuando su padre fue condenado y les insultaban por la calle, también bajó su rendimiento escolar.
Tras fracasar en las pruebas, Irene Urdangarin ya no tiene claro su futuro
La joven tenía muy claro su futuro, pero al no entrar a la carrera deseada todos sus planes se han ido a pique. Ha perdido un año de su tiempo. Para disimular su nulo rendimiento académico, la infanta Cristina le obligó a seguir los pasos de su hermano Juan. No quería a una persona sin hacer nada en casa. Así que aceptó irse a Camboya para realizar un voluntariado, ayudar a los más necesidades y crecer como persona. También prometió que se sacaría el carnet de conducir y estudiaría idiomas, pero de momento nada de nada. También ha suspendido.
Ahora Irene no sabe que hará con su futuro. De hecho, le ha confesado a Cristina que no tiene claro que estudiará el próximo año. En junio tiene la oportunidad de realizar una vez más las pruebas de acceso, la infanta está dispuesta a desembolsar otros 500 euros, pero quiere que sean aprovechados. Irene no tiene claro que sea la carrera adecuada para ella. Cambio de rumbo. Pierde el timón de su vida y la infanta monta en cólera.