La historia no se ha contado como es, e Iñaki Urdangarin es consciente de ello, pero siempre le pidieron que no abriese la boca. Le han ofrecido millonarias cifras por una entrevista en televisión y en conocidas revistas, pero siempre ha dicho que no va a hablar. Parece que ha firmado una especie de pacto con el diablo, y esa persona podría ser precisamente Juan Carlos I, hace años era como un padre para él, se convirtió en todo momento en su sombra, por ello se llegó a sospechar que el emérito estaba detrás del caso Nóos. Lógicamente el ex de la infanta Cristina no era el único culpable en esta historia, pero finalmente fue el único que acabó entre rejas. Al padre de Felipe VI no se le podía culpar porque gozaba de inviolabilidad, aunque ya no pertenecía a la corona. El marido de la reina Sofía tenía claro que lo primero que iba a hacer era salvar a su hija. Ya tuvieron que soportar la vergüenza de ver a una infanta sentada en el banquillo de los acusados, pero no iba a entrar en la cárcel, la estrategia era clara. Iñaki se convirtió en una marioneta y era totalmente necesario para salvar a la corona. Tenían que actuar rápido.

El exjugador de balonmano acusa a los Borbón de haberle arruinado la vida, y es que ahora mismo ya no puede trabajar porque nadie quiere hacerlo con una persona que ha estado en la cárcel y ha sido condenada por varios delitos graves. Han perdido toda la confianza. Él asegura que solo vive con una pensión de 900 euros, pero eso es totalmente falso. Juan Carlos I le prometió que viviría como un millonario y así es.
Juan Carlos I le pagó dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron y al que renunció, y 25.000 euros todos los meses de por vida hasta el fin de sus días. De todos modos al exjugador de balonmano nunca le podrán devolver todo lo que ha perdido en esos años, como ver a sus hijos crecer. Irene Urdangarin se distanció de él cuando inició una relación con Ainhoa Armentia y fue infiel supuestamente a la infanta Cristina.
Iñaki Urdangarin protegió a su familia
El juez que llevaba el caso Nóos ha roto su silencio en un libro donde relata como fue todo aquel juicio mediático e Irene Urdangarin entiende ahora mucho mejor algunas cosas. Se ha dado cuenta que su padre ingresó en prisión para protegerles, tanto a ellos como a su madre, la infanta Cristina. Prefirió entrar él en prisión que cualquier otro.
A la infanta Cristina le tocó declarar como “cooperado necesaria”, al emérito fue imposible llegar, detalla el juez Castro. “Ya han pasado por el juzgado en calidad de imputados todos los personajes integrantes de la junta directiva del Instituto Nóos salvo uno”, verbalizó refiriéndose a la infanta Cristina. “Es la única que falta”, apuntó. “Nadie va a entender que hagamos una excepción cuando hemos llamado a los demás por motivos menores», analizó. «Estoy plenamente convencido”, afianzó ante ellos.
