Todo lo relacionado con Irene Urdangarin está envuelto en un manto de mentiras. Se tenía planeado que la joven asistiera a la prestigiosa y exclusiva Universidad de Lausana en Ginebra, una institución académica de renombre mundial. Su intención era estudiar Administración y Dirección Hotelera, pero sus planes se desviaron drásticamente al no lograr pasar las exigentes pruebas de admisión. Esta institución solo acepta a los estudiantes más destacados para mantener sus altos estándares académicos. Los aspirantes deben someterse a pruebas rigurosas, además de completar dos semanas de prácticas en el campo de estudio elegido. A pesar de haber realizado sus prácticas en un hotel en Ginebra, donde es conocido Juan Carlos, Irene no logró superar las pruebas de admisión, y la Infanta la inscribió solo después de pagar la tarifa obligatoria de 500 euros.
Aunque la Infanta Cristina ha negado estas afirmaciones, resulta curioso que este año Irene se haya tomado un año sabático para reflexionar sobre su futuro. Esta decisión podría ser vista como una forma de mantenerse ocupada y justificar su falta de éxito académico, contrario a lo que se había afirmado anteriormente sobre su desempeño. Compañeros de clase durante sus años de bachillerato internacional afirman que Irene tuvo dificultades durante esos dos últimos años y no estaba enfocada en sus estudios. Se atribuye este bajo rendimiento a la difícil situación de sus padres, quienes anunciaron su divorcio.
Irene Urdangarin continúa muy dolida con Iñaki Urdangarin
Irene Urdangarin es la única hija de la Infanta que ha permanecido junto a ella durante estos últimos años tan complicados. Ha sido testigo del dolor y sufrimiento de su madre debido a esta separación. Además, al enterarse de la causa detrás del divorcio, se sintió profundamente decepcionada con su padre. Nunca imaginó que él podría engañarla con otra mujer. Este no era el padre que ella conocía.
Desde entonces, la relación entre Irene e Iñaki ha sido prácticamente inexistente. Durante los últimos dos años, padre e hija han coincidido en pocas ocasiones y han optado por no dirigirse la palabra. Aunque el exjugador de balonmano ha intentado enmendar esta situación, la benjamina de la familia se muestra reacia a reconciliarse, sintiéndose totalmente decepcionada.
La Infanta Cristina ha estado presente en todos los momentos importantes de la vida de Irene, incluyendo su ingreso en Camboya. Sin embargo, Irene ha prohibido la visita de Iñaki Urdangarin. Ha cortado todo lazo con su padre y la relación entre ellos está completamente rota. Finalmente, a miles de kilómetros de distancia, puede dejar atrás ese vínculo.