La princesa Irene de Grecia, hermana menor de la reina Sofía, atraviesa un momento muy delicado de salud. A sus 83 años, según informan medios como Vamos a Ver de Telecinco y TVE, su estado físico se ha deteriorado hasta el punto de que ha dejado de comer por sí misma, y los médicos que la atienden se muestran pesimistas.
Durante la recepción oficial en el Palacio de Marivent, celebrada el pasado lunes, la reina emérita apareció brevemente junto a sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Sin embargo, su presencia fue breve. Según adelantó TVE, Sofía solo permanecería 48 horas en la isla, y regresaría de inmediato a Madrid para estar con Irene. Así ocurrió.

La preocupación por Irene de Grecia es máxima
Tal como recordó el periodista Daniel Carande en Es la mañana de Federico (esRadio), la reina Sofía no quería dejar sola a su hermana, y aceptó viajar a Mallorca solo por motivos institucionales. Carande también señaló que ambas mantienen una convivencia muy cercana en el Palacio de la Zarzuela. Comparten hogar desde hace años, y su vínculo es fuerte.
Por su parte, Mariángel Alcázar, en Vamos a Ver, explicó este martes que “hay circunstancias especiales, pero no tan alarmantes”, aunque reconoció que Irene “está delicada de salud”, y que los médicos han desaconsejado cualquier viaje o desplazamiento. Añadió también que la princesa tiene “días mejores y días peores”.

Cada vez más fuentes afirman que la tía Pecu ha empeorado
A lo largo de los últimos años, Irene se ha mantenido en un discreto segundo plano, pero siempre ha sido un apoyo clave para Sofía, especialmente desde la salida del rey Juan Carlos. Tal como recuerdan varios periodistas que cubren la Casa Real, ambas hermanas comparten una visión sobria y ética de lo público, y un modo similar de entender la vida.
Desde Zarzuela, no se ha emitido ningún parte médico oficial. No obstante, la información coincide en que el estado general de Irene ha empeorado. Su entorno evita hablar abiertamente de enfermedades concretas. Pero en los medios se ha insinuado que podría padecer Alzheimer avanzado, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.

Mientras tanto, la reina Sofía ha limitado al máximo sus actividades públicas. En los últimos meses ha cancelado apariciones no oficiales y reduce sus desplazamientos a lo imprescindible. Según fuentes próximas a Zarzuela citadas en medios como Elcierredigital.com, esta etapa se vive con gran preocupación e intimidad.