El rey emérito Juan Carlos I no solo es conocido por sus escándalos económicos. Su vida amorosa también ha sido objeto de estudio, denuncia y escándalo. El número de sus aventuras extramatrimoniales varía según la fuente. La periodista Pilar Eyre hablaba de unas 2.000 amantes. Pero hay quien eleva esa cifra hasta las 5.000.
Uno de los testimonios más explosivos es el del coronel retirado Amadeo Martínez Inglés. Fue expulsado del Ejército en 1990 por exigir una milicia profesionalizada. Desde entonces, ha sido un crítico feroz de la Casa Real. En 2017 publicó un libro demoledor: ‘Juan Carlos I, el rey de las 5.000 amantes’. No se anda con rodeos: describe al emérito como un "depredador sexual". Teniendo en cuenta que tiene 87 años, estamos hablando de una amante cada 5 días si contamos desde sus 18 años.
Las amantes del rey venían de todos los ámbitos
El coronel asegura que el rey emérito contaba sus conquistas con todo lujo de detalles. Lo hacía ante el piloto del helicóptero real, el ayudante militar o incluso el director del hotel donde estuviera alojado. Se jactaba sin pudor. Según Amadeo, "menos al Papa, se lo contaba a todo dios".
Y aquí viene lo más grave: hijos secretos. Muchos. Se habla de más de 20 posibles hijos extramatrimoniales. Algunos habrían nacido durante la etapa castrense del rey Juan Carlos I. Otros, a lo largo de su reinado. Según Martínez Inglés, 14 denuncias de paternidad se presentaron en su día en centros militares, aunque nunca llegaron a juicio. Eran demandas discretas. De carácter "amable", como él las llama.
Esto no es nuevo. Los casos de Albert Solà, fallecido antes de conceder una entrevista en televisión, Ingrid Sartiau o el de Alejandra, la supuesta hija secreta reconocida públicamente por la prensa hace un par de años, es solo la punta del iceberg. Detrás hay una legión de posibles descendientes. Muchos viven en el anonimato total, otros han sido silenciados, y algunos ni siquiera saben quién es su verdadero padre.
Más de 20 hijos repartidos por el mundo
Felipe VI, Elena y Cristina no han comentado nunca este asunto. Pero, según algunas fuentes cercanas, saben más de lo que dicen. Lo más escandaloso no es solo el número. Es la naturalidad con la que el emérito lo ha vivido. Incluso en su luna de miel con la reina Sofía, aseguran que hubo otras mujeres. Las historias que circulan entre militares, periodistas y antiguos empleados son interminables.
Franco, su mentor, lo tenía claro: lo calificó de “sinvergüenza y depravado”. Y no fue el único. Muchos oficiales en su entorno consideraban que el comportamiento del entonces príncipe era inaceptable incluso para su época.
Hoy, Juan Carlos no lo niega todo. Pero no habla de este asunto y se protege con el silencio. Pero las pistas están ahí. Testimonios, documentos ocultos, denuncias archivadas, y un historial que parece más propio de una novela que de una Casa Real.