La evolución de las hijas de los Reyes de España, Leonor y Sofía, está marcando un antes y un después en la vida de la familia real. Ambas han dejado atrás la infancia, y su madurez ya empieza a notarse tanto en sus decisiones como en su forma de afrontar el futuro. En unos días, la infanta Sofía alcanzará la mayoría de edad, y con ello comienza una nueva etapa que no pasa desapercibida.
Mientras Leonor sigue un exigente camino marcado por su formación castrense a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, su hermana menor está a punto de cerrar su etapa académica en el UWC Atlantic College, un prestigioso centro en Gales conocido por formar líderes con una visión global. Las decisiones que rodean la educación de ambas no han sido fruto de la improvisación. Los Reyes han procurado que sus hijas crecieran en un entorno de igualdad y oportunidades similares, aunque sus caminos hayan comenzado a diferenciarse.
En el caso de Sofía, se ha optado por un itinerario más académico y universitario, alejándose del modelo militar que sigue Leonor. Esta diferencia no ha pasado desapercibida para los observadores de la Casa Real, pero responde más al perfil e intereses personales de cada una que a una cuestión de favoritismos. Leonor será la futura reina de España, mientras que Sofía será la infanta.
Sofía, en plena cuenta atrás para su graduación, vive sus últimos días en el internado con intensidad. Aunque ha sido una estudiante aplicada, también ha mostrado una personalidad más relajada que su hermana. A menudo se ha comentado que guarda una relación más cercana con el carácter de su padre, el Rey Felipe VI, en contraposición al perfeccionismo de la Reina Letizia. Tiene más dificultades con materias como matemáticas y suele necesitar más tiempo para concentrarse, además de que no se le da especialmente bien madrugar.
La infanta Sofía se enfrenta a Letizia y Felipe VI
La Reina, siempre pendiente de sus hijas, sigue con atención el desempeño académico y personal de Sofía. Aunque hay aspectos que le preocupan, como la influencia del entorno juvenil o ciertas actitudes propias de la edad, lo cierto es que estos retos son comunes en cualquier familia. Sofía, como cualquier joven de su generación, está explorando su identidad, cometiendo errores y ganando experiencia.
Su regreso a España durante la Semana Santa ha marcado un reencuentro emotivo con su familia, en un momento clave para su vida. A sus casi 18 años, Sofía ha demostrado ser una joven con personalidad propia, con aspiraciones distintas a las de su hermana, y con la energía de quien está dispuesta a escribir su propio destino. No obstante ha vuelto demasiado rebelde. Contesta a Letizia y desafía todas las órdenes. Aprovechando sus días de vacaciones, este fin de semana quedó con su grupo de amigos en Madrid y salió hasta altas horas de la madrugada. Organizan fiestas privadas en casas, ya que la infanta, como otros amigos es menor, por poco tiempo, y no podrían venderle bebidas alcohólicas. La infanta regresó a altas horas de la madrugada preocupando a sus padres. No cogía ni el teléfono. Suerte que en su caso tiene escoltas que la controlan. Están muy disgustados con su actitud porque llegó en un estado preocupante.