La princesa Leonor, a bordo de la fragata Blas de Lezo, llegó a Gijón el pasado jueves 3 de julio a Gijón, después de dos semanas de travesía. Y desde allí, este lunes embarcará de nuevo en el Juan Sebastián Elcano para realizar un último viaje que se alargará hasta el domingo 13 de julio. Antes de ello, Leonor ha podido conocer la ciudad asturiana. Por ejemplo, la misma noche del 3 de julio se fue a cenar a una sidrería del centro de Gijón. Y no acudió sola.

Lo hizo con su hermana, la infanta Sofía, que se desplazó a Gijón para verla después de varios meses sin coincidir físicamente. Ambas decidieron salir a cenar. El lugar elegido fue La Casona de Jovellanos, una sidrería muy conocida en el centro de Gijón

Sofia y Leonor en La casona de Jovellanos, con la dueña, Luisa Acera Instagram
Sofia y Leonor en La Casona de Jovellanos, con la dueña, Luisa Acera Instagram

La princesa Leonor y la infanta Sofía se dejan ver por el centro de Gijón

La escena no pasó desapercibida. Empleados y comensales no tardaron en reconocerlas. Las dos hijas de los reyes Felipe VI y Letizia se mostraron cercanas y amables. Aceptaron hacerse fotos con el personal del restaurante. La dueña, Luisa Acera Fernández, compartió después su emoción en redes sociales.

Gracias por su simpatía. Gijón, su gente y nuestra casa no olvidarán este día”, escribieron desde el local. El gesto, sencillo, dejó claro el impacto que causaron. Leonor acudió uniformada, como el resto de su tripulación. En cambio, Sofía lucía un estilo más relajado. Pantalón negro, camisa blanca suelta y deportivas. Una imagen juvenil, natural, y muy comentada.

La infanta Sofía triunfa entre los cadetes

Pero lo que más llamó la atención fue la reacción de los guardiamarinas. Muchos no la conocían en persona. Y, según fuentes cercanas, Sofía deslumbró. Su belleza y su actitud generaron comentarios entre los jóvenes oficiales.

Leonor y Sofía en Lloret / Instagram
Leonor y Sofía / Instagram

Más guapa que Leonor”, se oyó decir a algunos. Pero no fue solo su físico lo que destacó. También su forma de ser. Sofía se mostró espontánea, abierta y con mucho sentido del humor. Rápidamente se ganó simpatías.

Para varios de los presentes, su actitud rompió con el protocolo habitual. Nada de formalismos. Nada de frialdad. “Mucho más cercana”, comentaron algunos. Otros la describen como alguien “natural y sencilla”.