La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Fiel defensora del reinado de Juan Carlos, protectora de su padre, gesto que le ha costado más de un enfrentamiento con Felipe. Pero ahora todos los hermanos se han reunido por una causa de peso, la salud de sus progenitores, que no se encuentran en su mejor momento. Hace algunas semanas, la reina Sofía fue hospitalizada en la clínica Ruber de Madrid debido a una infección en el tracto urinario. Pasó cuatro días bajo observación por precaución, dada su avanzada edad, pero su estado ha ido mejorando satisfactoriamente. A pesar de los rumores, la reina emérita cumplió con sus compromisos institucionales viajando a Polonia. No obstante, su salud sigue siendo delicada debido a varias complicaciones. Aunque Felipe ha instado a su madre a retirarse en varias ocasiones en el último año, ella ha optado por continuar con sus deberes reales, expresando su deseo de morir en el ejercicio de su deber. En sus últimas apariciones públicas se la ha visto más frágil, con señales evidentes de debilidad y dificultades para hablar y moverse.
Pero la preocupación de Elena, Felipe y Cristina no se detiene allí. Juan Carlos, un año mayor que la reina Sofía, también está experimentando problemas de salud, que se suman a los que ha padecido durante décadas, especialmente desde su accidente durante una cacería ilegal en Botswana, donde se rompió la cadera. En los últimos años, ha experimentado una disminución significativa en su movilidad y depende en gran medida de un bastón y la ayuda de otros para moverse. Aunque los médicos han recomendado el uso de una silla de ruedas, él prefiere recurrir a antiinflamatorios para aliviar el dolor y continuar moviéndose, especialmente en presencia de cámaras, evitando cualquier imagen que lo retrate como un anciano frágil.
Juan Carlos está muy delicado de salud
Recientemente, su viaje a Sanxenxo tuvo que ser pospuesto debido a un resfriado, aunque se especula que podría ser algo más serio, lo cual preocupa enormemente a Felipe VI. Los médicos han identificado problemas adicionales en Juan Carlos, incluyendo demencia senil, aunque no se ha diagnosticado Alzheimer, muestra signos de olvido, especialmente de eventos recientes.
Actualmente, Juan Carlos se encuentra en Ginebra, donde ha pasado más tiempo del habitual recibiendo tratamiento de los mejores médicos e investigadores disponibles para abordar sus problemas de salud, que actualmente no tienen cura, una situación similar a la de Irene de Grecia. La infanta Elena y Cristina lo están acompañando constantemente. Aunque su pronóstico no es alentador, Felipe VI está considerando seriamente la posibilidad de traerlo de vuelta a España una vez que esté más recuperado.
