El rey emérito Juan Carlos I estuvo en Sanxenxo, participando en sus queridas regatas. Pero su estancia fue interrumpida de forma abrupta. El domingo, Casa Real le pidió que abandonara la zona. Lo hizo en un vuelo discreto. No fue una decisión personal. Fue una orden directa desde Zarzuela.

El motivo es que Leonor llegó el mismo fin de semana a Marín, muy cerca de donde estaba su abuelo. Este miércoles, recibirá el despacho de alférez. Es uno de los momentos más importantes de su formación militar. Y desde la Casa Real no quieren que nada ni nadie desvíe la atención de la heredera. Ni siquiera su propio abuelo.

La princesa Elionor al Blas de Lezo / Casa Reial
La princesa Leonor en el Blas de Lezo / Casa Real

Juan Carlos I mueve hilos para mudarse a Portugal

El destino de Juan Carlos I tras coger el avión se presupone en Abu Dabi. Pero lo cierto es que hace semanas que está evaluando otro destino. Ya no soporta el aislamiento. Su salud está empeorando. Se siente débil, solo y fuera del lugar donde fue rey. Por eso, ha puesto los ojos en Cascáis, a solo una hora de Madrid. Más cerca. Más seguro. Más familiar.

Desde allí ha lanzado su nueva propuesta: ver a Leonor y a Sofía. No es la primera vez. Ya el verano pasado intentó lo mismo desde Emiratos. Y aunque dice que quiere verlas por afecto, todos en su entorno saben que busca otra cosa. Una fotografía que le ayude a lavar su reputación, justo cuando está a punto de publicar sus memorias.

No habrá foto para blanquear al rey emérito

Ante esta situación, Elena ha intervenido. Ha sido ella quien ha trasladado la petición al rey Felipe VI. Lo ha hecho con insistencia. Con tono familiar, pero también apelando al lado humano. Su argumento es que el emérito está cada vez peor. Y un gesto así sería una botella de oxígeno para el ex monarca.

Joan Carles i Elionor / EFE
Juan Carlos y Leonor / EFE

La respuesta, sin embargo, ha sido un no rotundo. Ni Leonor ni Sofía irán a Portugal. Y mucho menos aparecerán en una imagen pública con su abuelo. Letizia se mantiene firme. No quiere ninguna asociación entre sus hijas y un hombre que sigue siendo objeto de controversia. No quiere que se use a sus hijas para blanquear la imagen del abuelo. Felipe apoya la decisión. Al menos, de momento.