La censura impuesta o autoimpuesta por la mayoría de medios en Madrid y Barcelona impide criticar a la Familia Real. En TVE hace años que se prohibió explícitamente hablar de los Borbones en los programas de sociedad y sólo salen en los Telediarios. En Telecinco Jorge Javier Vázquez advirtió abiertamente que "Cada vez que hablo del rey me cae una inspección de Hacienda" y Paolo Vasile reconoce que lo presiona más Zarzuela que Moncloa. El último ha sido un periodista de El Español que reconoce que la máxima periodística ahora es: "De Juan Carlos, lo que queráis; de Felipe, ni una palabra". Jaime Peñafiel está a otro nivel: dedica su columna al último gesto de mala educación de los Borbones en público.
Como explicó En Blau, la infanta Elena acompañada de su hija Victoria Federica se encaró a los cámaras que las grababan a la salida del AVE insultándoles: "Gentuza". Jaime Peñafiel escribe en republica.com: "Aunque no se puede comparar con los modos de Letizia hacia su real suegra, la Infanta ha demostrado ser una grosera y maleducada. Posiblemente, el trato con los caballos se le ha contagiado y cree que a la prensa se le puede tratar como a sus equinos. Aunque pensándolo bien, seguro que a estos muchísimo mejor".
Acaba Peñafiel: "Estoy harto, dolorosamente harto, del “casticismo” de esta mujer con sus malos modos y sus exabruptos. Siempre echo en falta la presencia de un periodista que le pare los pies y le diga ¡de qué coño vas!". Si todo el periodismo monárquico firmara bajo estas palabras del decano, quizás la Corona tomaba nota y nos ahorrábamos escenas penosas de la "españolísima" Elena.
La hermana mayor del rey piensa que es la Pantoja, insultando a paparazzi en las estaciones de tren. Pero como miembro de la Familia del rey le pagamos los escoltas y alguna cosa más. La señora Elena Borbón Grècia que levante la cabeza, camine y no insulte. Peñafiel ha sido el más explícito contra la actitud impresentable, quinqui y despreciable de la infanta, con la hija pequeña a su vera para que aprenda malas maneras. ¿De qué sirve mantener una institución que es imagen si su imagen es pésima?