La infanta Elena se ha convertido en la sombra de Juan Carlos I desde que Felipe VI le obligó a exiliarse, ahora hace cinco años. Le ha visitado en Abu Dabi más de 60 veces y le acompaña siempre en sus visitas a España, como cuando participa en las regatas celebradas en Sanxenxo, una tierra que siempre le ha acogido con los brazos abiertos. Padre e hija se alojan en la casa de su íntimo amigo Pedro Campos. Lo mismo que han hecho esta última semana, donde ambos han estado practicando con sus embarcaciones para disputar la próxima semana el Campeonato del Mundo de Vela en 6M. El emérito y su hija mayor ya han llegado a Nueva York, donde la semana que viene participarán por separado en esta competición, y este fin de semana celebran el inicio de la jornada con una fiesta.

Juan Carlos y la infanta Elena
Juan Carlos y la infanta Elena

La madre de Victoria Federica y Froilán es el mayor apoyo del emérito en estos momentos. Cuando más solo se ha sentido ha aparecido a su lado la hija a la que menos confianza ha tenido siempre. De hecho, ella podría haber sido la actual reina de España, pero no la vio capacitada, por eso se esforzó en la llegada de Felipe VI.

Juan Carlos I y la infanta Elena hablan muy a menudo, es su confidente y la encargada de trasladarle todas las noticias, ya que el emérito vive ajeno a todo lo que sucede en la familia. El marido de la reina Sofía desearía instalarse de nuevo en Zarzuela, pero es algo totalmente imposible. Por ahora ya no vive en Abu Dabi, ha alquilado una mansión en la zona de Cascais, Lisboa.

El emérito pregunta por la reina Sofía. A pesar de las traiciones, ella se ha portado bien con él y tiene un hueco muy importante en su corazón para ella. También se interesa por el estado de salud de Irene de Grecia, sabe que padece Alzheimer y la enfermedad está muy avanzada. La tía Pecu podría haber sido su mujer, y ha vivido con ellos más de cuarenta años.

Felipe VI está muy preocupado por la depresión de la reina Sofía 

Y aunque sorprenda, de quien más se preocupa Juan Carlos I es de Felipe VI. El exmonarca está dolido por las decisiones que su hijo ha tomado con él, pero aunque no se lo crea nunca sería capaz de hacerle daño, ni a él ni a su reinado. Se siente muy orgulloso de él como hijo.

Felipe VI está atravesando en estos momentos un momento crítico debido a la situación de su madre. La reina Sofía padece una depresión severa. No sale de casa, ni tampoco quiere recibir visitas. Se encierra en su habitación a oscuras, apenas come ni duerme. Todo es a raíz de la muerte de su hermano Constantino por un derrame cerebral y el empeoramiento de su hermana Irene por el Alzheimer. Juan Carlos I quiere reunirse con su hijo y con su mujer para darles ánimos. Quiere ayudarles en esta situación complicada que aunque esté lejos también le afecta a él.

Felipe besa la mano de la reina Sofía
Felipe besa la mano de la reina Sofía