La infanta Elena ha cambiado el rumbo de sus últimas semanas. Ha realizado cuatro vuelos en solo siete días, un ritmo poco habitual en ella. Estos viajes revelan su renovado compromiso con su padre, el rey emérito Juan Carlos I.

Durante años, Elena se ha mostrado como la figura más fiel dentro de la familia Borbón. Su apoyo a Juan Carlos I ha sido constante, incluso cuando el rey emérito ha protagonizado episodios polémicos. La infanta le ha reído las gracias incluso cuando se trata de humillaciones y engaños a su madre, la reina emérita Sofía.

Juan Carlos I y Elena / Europa Press
Juan Carlos I y Elena / Europa Press

Elena se desvive por Juan Carlos, a pesar de las consecuencias de sus comportamientos cuestionables

Sin embargo, la relación con su hermano, el actual rey Felipe VI, es mucho más distante y complicada. Elena no comparte algunas decisiones de Felipe VI, especialmente aquellas relacionadas con el trato hacia su padre. Es curioso que apruebe que Juan Carlos haya convertido a Sofía en el hazmerreír de España y de las monarquías europeas, pero no que se le aleje de la corona para proteger a la monarquía. En cualquier caso, Elena considera que el exilio impuesto a Juan Carlos fue excesivo y humillante. Por eso, ahora intensifica su presencia cerca de él.

Sus desplazamientos frecuentes a Cascáis, una localidad portuguesa cercana a Lisboa, son prueba de ello. Allí, Juan Carlos I permanece desde hace semanas, alejado de los focos mediáticos. La infanta viaja constantemente entre Madrid y Lisboa, para estar cerca y apoyarlo en persona.

El estado de salud del rey emérito preocupa. Su movilidad se ha visto limitada, y las dolencias propias de la edad empiezan a hacer mella. Juan Carlos I se cansa con facilidad y necesita asistencia continua. Por eso, Elena no solo se limita a visitarlo; ha ofrecido su propia residencia y ha impulsado reformas para adaptarla a las nuevas necesidades de su padre.

Juan Carlos y la infanta Elena / Gtres
Juan Carlos I y la infanta Elena / Gtres

Felipe VI se mantiene firme en la protección de la monarquía

Pese a esta cercanía, Felipe VI mantiene su postura firme. El rey ha dejado claro que solo permitirá el regreso definitivo de su padre a España en caso de una enfermedad grave o una emergencia médica. La relación entre ambos hermanos sigue marcada por la distancia y el respeto institucional.

El emérito tampoco ha regresado a Abu Dabi desde hace meses. Prefiere la tranquilidad europea y ha optado por mantenerse en Cascáis, lo que facilita los encuentros con Elena. Además, se prepara para un viaje temporal a Nueva York en septiembre, buscando un entorno más activo y discreto, tal y como ha explicado su íntimo amigo Pedro Campos a Vanitatis.