La última vez que vimos a Froilán por Madrid, fue no hace mucho, jugando al gato y al ratón con un reportero, cuando iba por las calles de la capital española, antes de una noche para tomar algo con amigos. Un Froilán que se escondía de manera torpe detrás de una columna, que ponía cara de asco, pero que sorprendentemente, todavía le oímos responder a las diferentes preguntas que le iba haciendo el periodista. Eso sí, de manera escueta. Excepto cuando le preguntaron por sus primas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Entonces, un explícito silencio.


El sobrino del rey Felipe, tarambana prémium dentro de los Borbones, solo superado por el yayo Juan Carlos, ya hace tiempo que se marchó precisamente hacia Abu Dabi para vivir en el mismo lugar que el emérito. Nieto y abuelo, abuelo y nieto, tanto monta, monta tanto. Parecen hechos el uno por el otro, y era un movimiento lógico que pusieran las dos manzanas podridas de la familia en el mismo cesto, separados de las otras. Pero a pesar de los intentos de Felipe y Zarzuela para tenerlos a los dos bien lejos de palacio... y de la heredera y su hermana, a la mínima que pueden, hacen la bolsa y vuelan hacia España para pasar unos días. Juan Carlos se quedaría de manera permanente, especialmente en Sanxenxo, donde se encuentra como en casa. Mejor y todo, porque allí sus amigos le dan golpecitos en la espalda en lugar de ponerle mala cara como sí hacen su hijo y su nuera Letizia. ¿Y Froilán? De momento, allí sigue, en los Emiratos Árabes, trabajando, dicen, aunque no acaba de encontrar su lugar en el mundo.

Ahora Froilán preocupa mucho a su madre. Tal como explica Lecturas, la infanta está con el corazón en un puño, muy preocupada, por lo que está pasando en el mundo y por cómo puede afectar a su hijo. La poca separación de kilómetros que lo separan del conflicto. "La tensión bélica que ha estallado entre Estados Unidos e Irán no solo afecta a la estabilidad mundial, también a la integridad física de millones de personas. En el entorno de la infanta Elena hay preocupación". Froilán, siguiendo los pasos de su abuelo, y con una estancia complicada en Madrid, fue hacia allí, después de compañías poco recomendables y numerosos escándalos, y de hecho, su entorno asegura que se encuentra muy a gusto en los Emiratos Árabes, donde considera que tiene una buena proyección de futuro, laboralmente hablando, y donde está más tranquilo alejado de la prensa española.

Pero ahora, aquel lugar que parece idílico, dada su proximidad del conflicto y temiendo que las cosas vayan a peor, ha hecho encender las alarmas a su madre: "Ahora la situación preocupa. El traslado de Emiratos Árabes hasta España es complicado. La frontera se encuentra cerca y la tensión crece. No parece que el conflicto vaya a solucionarse en poco tiempo y puede terminar implicando a muchos países. Es una situación difícil". Sin embargo, apuntan que no parece que Froilán tenga intención de marcharse de allí: "está de lo más instadlo en Abu Dabi. Es donde trabaja y donde vive. Allí ha encontrado una estabilidad de la que nunca antes había gozado. Froilán es otro. Centrado en sus estudios y en el trabajo, atento con su abuelo y con una disposición para prosperar que destacan los que pueden compartir espacio con él".