La infanta Elena siempre ha sido una fiel defensora de Juan Carlos I, ha hecho caso a todo lo que la institución esperaba de ella, apostó incluso por un matrimonio infeliz. Sin embargo, la infanta Cristina ha sido mucho más revolucionaria. Sabía que sus padres no se querían y estuvieron juntos por obligación, por este motivo se marchó a Barcelona a buscar una nueva vida y allí se enamoró de algunos deportistas. Al emérito le molestaba que fuesen plebeyos, la única que siempre la ha apoyado ha sido la reina Sofía. Incluso cuando se vio con problemas con Iñaki Urdangarin. La emérita viajaba a la cárcel para ver al exduque de Palma y también a Ginebra para ayudar a su hija con sus cuatro nietos en plena adolescencia.

Infanta Cristina / EFE
Infanta Cristina / EFE

La infanta Cristina es mucho más de su madre, y aunque viva a miles de kilómetros de distancia, siempre coge un avión para visitarla, prácticamente un par de veces todos los meses. De hecho, la intención de la madre de Juan, Pablo, Miguel e Irene, es instalarse de nuevo en Barcelona, en el lugar en el que empezó la aventura. Sus padres están muy mayores y quiere estar más cerca de ellos y de su familia.

Cristina se ha reunido en varias ocasiones en estos últimos meses con Felipe VI y Elena para hablar de la salud de sus progenitores, ahora mismo de la reina Sofía. Hace poco más de medio año ingresó en el hospital por una infección en el tracto urinario, aunque hay algunas personas que aseguran que Casa Real esconde algo más y no contó toda la verdad. El estado de salud de la emérita es delicado, y no solo por su avanzada edad, sino por los problemas que se le han presentado en estos últimos años que han mermado su estado anímico.

La reina Sofía preocupa a sus hijos, no come ni duerme 

La reina Sofía está muy triste, por ello sus hijos intentan en todo momento entretenerla. Hacen planes con ella y la llevan a ver a sus nietos. La idea es que pase el menor tiempo posible con su hermana Irene. Le afecta mucho que ni tan siquiera la reconozca. Cuando no tiene ningún plan se encierra en su habitación y no sale de allí, ni come ni duerme.

Pilar Eyre asegura que la reina Sofía nunca ha sido feliz, pero es un síndrome de los Borbón. “Su situación en estos momentos también es preocupante: me han contado que no duerme ni come, y llora mucho”, desvela. “Doña María, la madre de Juan Carlos, la muerte de su hijo Alfonsito la llevó a la depresión y el alcoholismo, Cristina y Elena han tenido una vida íntima muy desdichada, la infanta Margarita se ha visto privada desde su nacimiento del sentido de la vista y la otra hermana de Juan Carlos, doña Pilar, respondió cuando le preguntaron poco antes de morir si volvería a vivir su vida: “¡no, por Dios, ha sido todo demasiado duro!”.

La infanta Cristina viajó esta semana a Madrid de urgencia para ver a la reina Sofía, Felipe VI dio la voz de alarma.

reina Sofía 
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