La infanta Cristina tiene previsto abandonar Ginebra definitivamente en los próximos años. Se marchó a Suiza cuando Iñaki Urdangarin ingresó en prisión para apartarse del foco mediático y poder llevar una vida más o menos tranquila. Con ella vivió Irene Urdangarin, la más pequeña, y su planteamiento era continuar mínimo cuatro años más mientras finalizaba sus estudios universitarios, pero al no superar las pruebas de la universidad de Lausana, tuvo que cambiar los planes. La hija de la reina Sofía se ha visto sola en Ginebra y cree que ya no pinta nada allí. Piensa volver a España, por ello se ha comprado un piso en Barcelona, en el mismo edificio donde inició su historia de amor con el exjugador de balonmano.

La hermana de Felipe VI quiere estar más cerca de sus familiares, especialmente de sus padres, que ya son muy mayores, empiezan a tener sus primeros problemas de salud y sabe perfectamente que su final está cada vez más cerca. Quiere estar con ellos sus últimos años de vida. Mientras la infanta Elena se ocupa más de Juan Carlos I, ella se centra en la infanta Cristina, quien siempre la ha entendido y apoyado en sus decisiones.
La infanta Cristina también tiene una relación muy especial con Irene de Grecia. Fue una mujer muy importante para todos los Borbón. Se instaló en Zarzuela por unos días mientras buscaba un hombre para casarse, pero finalmente se quedó soltera y con su hermana, la reina Sofía. Ayudó a su hermana a cuidar de sus tres hijos. Mientras ellos cumplían con sus compromisos institucionales, ella se encargaba de la casa. Todos están muy agradecidos a Irene y siempre la han visto como una madre.
Ahora la infanta Cristina ha viajado a Atenas para reencontrarse con los de Grecia y hablar sobre el estado de salud de Irene. La octogenaria padece Alzheimer y está muy delicada. Ha olvidado absolutamente todo, incluso funciones tan básicas como caminar, ya no sale de la cama. Por suerte, tiene a su disposición un gran equipo médico las 24 horas del día.
Irene de Grecia quiere enterrarse con Constantino de Grecia
Irene de Grecia querría enterrarse en Atenas con su hermano Constantino de Grecia. Aunque vive hace más de cinco años en palacio, ella quiere volver a sus orígenes, con su familia. “No solo es un gesto familiar, sino también una señal de respeto a la tradición y el papel que ambos desempeñaron dentro de la monarquía helena”, explican.
Será un entierro privado en el Palacio de Tatoi, a las afueras de la capital griega. Allí se encuentra también la tumba de su padre, el rey Pablo I, y de su madre, la reina Federica de Hannover. Pero es posible que no estén los tres hermanos juntos porque la reina Sofía siempre ha dejado claro su deseo de ser incinerada y lanzada al mar Egeo.
