Con la llegada del verano, muchas familias aprovechan para disfrutar de momentos especiales, visitar a seres queridos y hacer planes divertidos. Para la infanta Cristina, esta época del año también significa reunirse con su madre, la reina Sofía, y organizar encuentros con sus hijos. Sin embargo, en medio de esta atmósfera de tranquilidad y vacaciones, surgen noticias que revelan tensiones internas y cambios en las relaciones dentro de la Casa Real.
Lo que parecía una tregua entre los Urdangarin y la familia real española, específicamente con Felipe VI y Letizia, parece haber llegado a su fin. Letizia, en particular, habría tomado decisiones que afectan directamente a los hijos de la infanta Cristina. Se dice que, tras una etapa en la que Irene Urdangarin pudo pasar varias semanas en Zarzuela, ahora la reina no quiere que estos jóvenes dispongan del palacio durante el verano.
La razón principal sería que la esposa de Felipe VI no desea que sus hijas, Leonor y Sofía, compartan espacios con primos que podrían tener costumbres diferentes a las que ella misma promueve.
Todo comenzó cuando Irene no fue admitida en la escuela de Lausana, y se dijo que tomaría un "año sabático" antes de comenzar la universidad. Durante ese tiempo, intentó sacarse el carnet de conducir, salió a fiestas con su prima Victoria Federica y llevó una vida social activa. Además, Miguel Urdangarin también apareció en escena mientras se debía recuperar de una lesión.
La paciencia de la consorte fue puesta a prueba durante ese período, permitiendo que los jóvenes vivieran en Zarzuela de manera temporal. Pero con la llegada del verano, las cosas han cambiado. Te contamos los detalles en las siguientes líneas.
Las opciones que contempla la infanta Cristina para este verano
Leonor y la infanta Sofía regresan a Madrid para sus vacaciones, pero se sabe que su madre no quiere que tengan contacto alguno con los Urdangarin. La fama que tienen sus primos no es la más adecuada, teme que el escenario pueda darles más oportunidades para compartir tiempo juntos y ejercer una influencia ‘negativa’ en las niñas. Así pues, la preocupación de la asturiana es que estas relaciones generen conflictos que no desea.
En el contexto expuesto, la hija menor de Juan Carlos I está buscando un lugar en Madrid donde pueda pasar las vacaciones con sus hijos y, además, visitar a su madre con libertad. La idea es que tengan mayor independencia y evitar incomodidades y malos tratos en espacios compartidos. Entre las opciones que baraja, podría considerar un alquiler vacacional o incluso quedarse con Juan Urquijo, el novio de Irene, dado que las relaciones entre las dos familias son buenas, lo que facilitaría una convivencia más tranquila.
Mientras tanto, la situación refleja cómo las heridas del pasado siguen presentes y las decisiones de la realeza pueden influir en la vida cotidiana de sus miembros, especialmente en momentos tan señalados como el verano. La búsqueda de un espacio propio por parte de la infanta Cristina demuestra su deseo de mantener la cercanía con sus hijos sin que la negativa de la Casa Real afecte su bienestar.