Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron su separación a principios del año pasado cuando se filtraron las fotografías del exduque en compañía de una nueva mujer, su actual pareja, Ainhoa Armentia. Una relación que la infanta desconocía, por ello se sintió traicionada y humillada públicamente. No se esperaba este gesto por parte del padre de sus hijos por quien lo dio todo cuando les salpicó el caso Nóos.
El todavía matrimonio lleva un año en arduas negociaciones con sus abogados para firmar el divorcio. Las peticiones de Iñaki Urdangarin son demasiado exigentes y Cristina no estaba dispuesta a satisfacerlas todas, no quería mantener al padre de sus hijos, pero mucho menos a Ainhoa Armentia. El exjugador de balonmano pedía 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció, varias propiedades en la costa francesa, mantener sus escoltas y financiar los viajes relacionados con sus hijos. Cristina no puede hacer frente a todos estos gastos con su sueldo de 400.000 euros anuales, por ello, Juan Carlos se ofreció a financiarlos, pero su hija se negó en rotundo.

Estaba previsto que firmasen el acuerdo de divorcio la semana del pasado 5 de junio cuando se celebró la graduación de Irene, pero no se materializó. La tensión entre ellos era más que evidente, ni tan siquiera se saludaron.
Iñaki y Cristina se reencuentran en Barcelona
Unos meses más tarde se han vuelto a encontrar. La infanta le pidió un descanso en el mes de agosto para aclarar las cosas y disfrutar del verano sin discusiones. La tensión se ha rebajado y ambos han reaparecido como una familia feliz en el último partido de balonmano de Pablo Urdangarin con el Granollers. Estuvieron acompañados por sus hijos Miguel e Irene, y la novia del jugador, Johanna. Se sentaron separados, pero parece que la relación es más cordial. Esto indicaría que la infanta ha llegado a un acuerdo con su todavía marido y podrían haber firmado ya el divorcio o estarían a punto de hacerlo en los próximos días. El exduque podría haber rebajado sus peticiones, pero no piensa regalar ni un euro, el acuerdo continúa siendo millonario.
