Iñaki Urdangarin tenía muy claro que se separaría de la infanta Cristina cuando saliese de prisión. La relación se rompió en el momento en que estalló el caso Nóos. El exjugador de balonmano se sintió solo y traicionado por los Borbón, una familia que le ha hecho mucho daño. No se anunció la separación hasta unos años más tarde, y se hizo porque le descubrieron en compañía de otra mujer dando un paseo por la playa de Biarritz. La infanta Cristina sabía que su matrimonio no iba bien, sin embargo pensaba que las cosas podían arreglarse como ha sucedido en otras ocasiones. La hija de la reina Sofía siempre ha hecho la vista gorda, pero es consciente que nunca ha estado enamorado de ella. En cambio ella siempre le ha querido, es el padre de sus hijos.
El exjugador de balonmano jugaba con un as bajo la manga en el proceso de divorcio. Juan Carlos I le prometió que le haría millonario cuando saliese de la cárcel si nunca hablaba de lo que sucedió realmente en el caso Nóos, y es que él sabe perfectamente que no es el único que debió acabar entre rejas. No iba a perdonarles el daño que le han hecho. El exjugador de balonmano habría recibido dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. Además de 25.000 euros todos los meses, un sueldo vitalicio, hasta el fin de sus días. Es el emérito quien se encarga de financiar estos pagos mediante transacciones desde Suiza, ambos mantienen el contacto a día de hoy. Será una vez fallezca, la infanta Cristina quien se encargue de continuar con los pagos.
Iñaki Urdangarin no perdona el daño irreparable que le han hecho los Borbón
Iñaki Urdangarin ya no quería formar parte de la corona, quería ser una persona anónima pero con una buena porción de la tarta bajo el brazo. No quería irse con las manos vacías. El daño ha sido irreparable.
Cuando salió de prisión Iñaki Urdangarin tenía que pedir dinero prestado a sus compañeros y amigos, hasta para pagar un café. No tenía ni un euro. Ahora vive de forma acomodada.
Iñaki Urdangarin juega con una importante baza. Maneja mucha información de los Borbón. Solo con una entrevista sobre ellos o escribir un libro podría hundirles y acabar con la corona para siempre. Por este motivo, Juan Carlos I prefiere mantenerle en silencio en ayuda a su hijo, aunque es cierto que el emérito ya se está cansando de salvar el culo a su hijo.
