Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no consiguen llegar a un acuerdo de divorcio por cuestiones económicas. El principal motivo serían las elevadas peticiones del exduque para estampar su firma y terminar con el matrimonio. La infanta no estaría dispuesta a mantener al padre de sus hijos, pero mucho menos a su nueva pareja, Ainhoa Armentia. El exjugador de balonmano culpa a Juan Carlos de todos sus males. Con sus influencias, y conocedor del caso Nóos, el exmonarca podría haberle salvado de prisión, pero le hizo pagar ese alto precio para demostrar que la justicia es igual para todos y que la ciudadanía no se le eche encima. Sin embargo, salvó a la infanta Elena, quien en otro caso también hubiese entrado en prisión.
El padre de Juan, Pablo, Miguel e Irene pide 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que finalmente renunció, varias propiedades en la costa francesa, mantener sus escoltas y financiar todos los viajes relacionados con sus hijos. Se prevé que este mes de septiembre inicien de nuevo las negociaciones y finalmente firmen el divorcio.
Iñaki Urdangarin chantajea a la infanta Cristina, a Felipe y a Juan Carlos con información muy sensible que podría perjudicar a la corona. Hace más de dos décadas que forma parte de Casa Real y sabe demasiados trapos sucios con los que podría hacer mucho daño, busca venganza.
Juan Carlos I pide a Cristina que firme cuanto antes y no alargue la agonía. Él mismo se ha ofrecido para financiar todos los gastos, pero su hija no quiere perjudicar a su familia.
Cristina, entre la espada y la pared, o mantiene a Iñaki o lo cuenta todo
Casa Real necesita silenciar a Iñaki Urdangarin para siempre. El exduque tiene la sartén por la mano y ha jugado sus cartas. Según Pilar Eyre, una de las recomendaciones que le hizo el Emérito ha sido: “Págale, hazlo por tus hijos, que no vaya ‘ese’ ahora con el cuento de la lágrima, pero también para que esté tranquilito, que no nos haga un príncipe Harry y se ponga a escribir sus memorias”.
En la cárcel escribió unas memorias que ahora verían la luz, si no se cumple con sus peticiones. “Dentro de Brieva, en un cuaderno, iba escribiendo sus reflexiones, algo así como unas memorias. Le han ofrecido una gran cantidad de dinero alguna editorial pero él ha dicho que no. No quiere, de momento, agitar la opinión pública. Ten en cuenta que el silencio es una estrategia de negociación. Para la antigua Casa Real, Iñaki es el hombre que sabía demasiado”.