Iñaki Urdangarin ha roto una de las cláusulas más importantes del contrato de divorcio que firmó con la infanta Cristina, y justo en una de las semanas más importantes para ella. El exjugador de balonmano ha concedido una entrevista exclusiva a ‘La Vanguardia’ en la que nombra por primera vez a Ainhoa Armentia, habla de la relación con la madre de sus cuatro hijos, de su vida en prisión y sus proyectos de futuro con la creación de una firma de coaching personal para empresas.
El exjugador de balonmano reveló hace unos años que vivía con 900 euros mensuales, ya que ninguna empresa quería contratarle por haber estado en prisión. Era la pensión que recibía por haber estado en prisión y no tener ningún otro ingreso declarado. Sin embargo, según pudo saber ‘Elcierredigital’, la vida de millonario del ex de la infanta Cristina no se mantiene con esa cantidad. En los últimos años se le ha visto con Ainhoa Armentia, quien tampoco trabaja, en hoteles de cinco estrellas, restaurantes con estrellas, tomando botellas de champán de 2.000 euros, saliendo de tiendas con las mejores firmas repletas de bolsas y viajando prácticamente todos los fines de semana. Juan Luis Galiacho asegura que Juan Carlos I le ha pagado muy bien para que se mantenga con la boca cerrada. Habría cobrado 2 millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció por su silencio. Además, también se embolsaría 25.000 euros mensuales de por vida. Unas transacciones que el emérito realiza desde Suiza para evitar a la Hacienda Pública.
Iñaki Urdangarin enfada a profesionales de la salud
Pero los proyectos de Iñaki Urdangarin no prosperan. El exjugador de balonmano tiene suerte a los Borbón, si no estaría prácticamente acabado. Cuando salió de la cárcel quiso “ayudar a otras personas a plantearse cualquier reto, motivación o competencia que quieran mejorar porque creo que mis experiencias excepcionales más la formación que fui adquiriendo pueden servir para ayudar”.
La psicóloga Laura Ferreiro asegura que Lecturas que “su imagen de marca es lamentable” para el resto de empresas. Nadie quiere asociarse con él. “El coach es un intrusismo de los psicólogos”, asegura muy enfadada. “Un cursito de un fin de semana no se puede equiparar a una carrera. Una disciplina como es la psicología, avalada por la ciencia… es que es una vergüenza”, recalca muy enfadada.
“Lo que está haciendo él es una instrumentalización de su fama. Está usando su nombre y pasado para venderse como experto en resiliencia cuando ha estado en la cárcel, entonces utilizar eso como una herramienta para vender sin tener ningún tipo de mérito personal”.
Son muchas las empresas que han dicho “no” a Iñaki Urdangarin, ni tan siquiera le ha servicio publicitarse en esta entrevista donde ha dado a conocer su negocio.
