Desde que salieron las fotos de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia en Biarritz, de la mano, su historia de amor ha sido un escándalo nacional. Para la infanta Cristina, fue un golpe brutal. Una humillación pública. Aunque su relación con Iñaki estaba rota, ella aún tenía esperanzas de reconciliación. Aquellas imágenes lo cambiaron todo.

La ruptura oficial no fue fácil. Cristina impuso condiciones duras. Entre ellas, que Iñaki no presentara a Ainhoa a sus hijos hasta firmar el divorcio. Él no lo encajó bien. Pidió el divorcio al poco tiempo de que la relación con Ainhoa saliera a la luz.

Ainhoa Armentia novia Urdangarin Telecinco
Ainhoa Armentia Telecinco

Iñaki Urdangarin, nueva vida con Ainhoa Armentia

Después vino el acuerdo económico. Urdangarin recibió una indemnización millonaria: dos millones de euros. Además, un pago mensual entre 25.000 y 50.000 euros. A cambio, debía mantener un perfil bajo y guardar en un cajón todos los secretos que conoce de la familia real.

Desde entonces y a medida que la relación se ha ido consolidando, la palabra boda ha ido apareciendo con más frecuencia en la pareja. Al principio se decía que una cláusula del divorcio prohibía a Iñaki contraer un nuevo matrimonio. Se desconoce si se refería a un enlace por la Iglesia o por lo civil. En cualquier caso, los rumores de boda se han acentuado en el último año.  “Me dicen que es muy probable que Ainhoa e Iñaki se casen, si es que no se han casado ya”, llegó a decir Pilar Eyre hace unos meses.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia GTRES
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia GTRES

De momento no hay boda

La boda, sin embargo, no se había celebrado. Puede que le haya pedido matrimonio. Pero no hay enlace oficial. Y no parece que se vaya a celebrar pronto.

Iñaki ahora tiene otras prioridades. No necesita una boda para justificar la fiabilidad de su relación. Está centrado en su nueva empresa. Un proyecto personal y profesional que lo absorbe por completo. Además, trabaja en un libro de autoayuda, inspirado en su experiencia en prisión. Esa es su obsesión actual.