A principios del mes de enero, el mundo entero se sorprendió cuando el príncipe Harry, hijo menor de Lady Di y Carlos III de Inglaterra, confesó en su libro de memorias, ‘Spare’, que había consumido drogas durante su adolescencia. Inmediatamente, Harry fue juzgado por los británicos al ser tildado como ‘el Windsor rebelde’, la oveja negra de la Familia Real. Sin embargo, hace más de dos décadas una persona muy cercana a Carlos III protagonizó un escándalo relacionado con su adicción a las drogas, lo que se convirtió en un gran problema para el príncipe Carlos, dado que se trataba de Tom Parker Bowles, el hijo de quien se convertiría años más tarde en su segunda esposa, Camilla Parker Bowles.

Una fuente consultada por ‘The Sunday Times’, indicó que el hijo mayor de la reina consorte Camilla ha batallado con sus problemas con las drogas desde que tenía 20 años. Según los medios locales, Camilla estaba ‘destrozada’ tras haber escuchado que su hijo confesó que era adicto a la cocaína. Esto sucedió en 1999, cuatro años después de que él recibiera una amonestación por parte de la policía británica por posesión de éxtasis y marihuana. En ese momento, Tom Parker Bowles trabajaba en una empresa de relaciones públicas en el Festival de Cine de Cannes, y durante una fiesta en Londres, a la que llegó “cansado y desarreglado”, reconoció que había consumido cocaína. “Estaba pálido y llevaba una camiseta. Entró y vio cocaína sobre la mesa. Había cerca de veinte personas y alguien le preguntó ‘¿Quieres un poco de cocaína?’. Tom contestó: ‘ya yo tengo’, hizo un par de rayas y las esnifó”, explicó una fuente anónima al citado medio.

Después de que saliera a la luz la noticia de que el hijastro de Carlos de Inglaterra había consumido drogas, el joven de 24 años llamó a su madre desde el Festival de Cannes para pedirle disculpas por el escándalo y admitir que era adicto a esta sustancia desde que estudiaba en la Universidad de Oxford. De hecho, durante su estadía en la universidad, Parker Bowles perteneció a dos de los clubs más polémicos de Oxford: Piers Gaveston Society, una sociedad reconocida por sus ‘rituales de iniciación’ decadentes y por el consumo de sustancias ilícitas; y ‘The Assassins’, famosos por sus extrañas prácticas sexuales.

Carlos III confronta al hijo de Camilla Parker Bowles, futura reina, por su adicción a las drogas

A pesar de que los hijos de Camilla no pertenecen a la realeza británica, para Carlos III es un gran problema que una persona tan cercana a él sea relacionada con el consumo de drogas, dado que eso perjudica la imagen de la monarquía británica ante el mundo. Por ese motivo, el rey Carlos III llamó personalmente a Tom para entablar una conversación sobre su problema de adicción a las drogas. Además, hizo todo lo posible por mantener alejado al príncipe Guillermo de Tom, quienes se habían convertido en muy buenos amigos durante la adolescencia del príncipe heredero.