Camille Gottlieb, la hija desconocida de la princesa Estefanía de Mónaco, quien heredó la belleza de Grace Kelly y la devoción por el Principado de Carolina de Mónaco, ha sido ‘desterrada’ de la Casa Real de los Grimaldi por haber sido fruto de la relación entre su madre y uno de sus guardaespaldas, Jean-Raymond Gottlieb, con quien nunca se casó, y que hora se desempeña como jefe de la División de Inteligencia Interna de Mónaco. Por este motivo, Camille, una de las jóvenes que más ha trabajado por preservar el legado Grimaldi, ni siquiera pertenece a la realeza y no tiene ningún título nobiliario.

A pesar de que sus padres nunca se casaron y eso le impidió poder obtener un título real, lo cierto es que está muy unida a ellos y a sus hermanos, Pauline y Louis Ducruet, hijos del primer matrimonio de Estefanía de Monaco, y Thomas y Maxime, hijos de su padre. De hecho, en 2018, concedió su primera entrevista para la revista ‘Point de vue’, en la que afirmó lo siguiente: “Mi padre es mi pulmón derecho y mi madre es mi pulmón izquierdo. Sin ellos no podría vivir. No estuvieron mucho tiempo juntos, pero siempre me decían: ‘Te hemos deseado y nuestra felicidad es que estés aquí’ (…) No cambiaría a mi familia por otra, por nada en el mundo”, por lo que la ausencia de sus títulos no es un problema para ella.

Además, a diferencia de sus primas Carlota Casiraghi y Alexandra de Hannover, o de Pauline Ducruet, su hermana mayor, la hija más pequeña de Estefanía de Mónaco se ha convertido en una de las jóvenes más destacadas de su familia y una de las más queridas por Alberto de Mónaco, quien le ha permitido representar al Principado en varios actos oficiales de la agenda monegasca. A los 19 años, Camillie fundó la organización ‘Be Safe Mónaco’, una ONG que se enfoca en la concienciación sobre los peligros de consumir alcohol mientras se conduce un coche, dado que uno de sus mejores amigos perdió la vida bajo esas circunstancias, por lo que ha querido hacer una campaña para prevenir este tipo de accidentes.

Camille Gottlieb, la ‘Grimaldi’ sin título que se ha convertido en la preferida de Alberto de Mónaco

La joven de 24 años, que estudió Ciencias de la Comunicación en Niza, es una de las menos polémicas de su familia, así que su imagen pública es intachable y un verdadero ejemplo para el pueblo monegasco. Por esta razón, el príncipe Alberto no duda en recurrir a ella para que represente al Principado de Mónaco en algunos eventos oficiales, por lo que en los últimos años ha acompañado a Alberto y a Charlene de Mónaco en el homenaje a los voluntarios de la Cruz Roja, ha bautizado un transbordador exprés que uno el puerto de Mónaco con el puerto de Ventimiglia en Italia y también ha viajado con Alberto y con Carolina de Mónaco a otros países para asistir a galas benéficas.