Parece que Juan Carlos I se ha cansado de vivir en Abu Dabi. Debido a su avanzada edad, los médicos no le recomiendan hacer tantas horas de vuelo y sería recomendable que estuviese más cerca de España. Sería una humillación para Felipe VI si finalmente muriese fuera de Madrid y su cuerpo tuviese que ser repatriado. Han sido cinco años en los Emiratos Árabes, desde agosto de 2020, y ya no quiere continuar. Según las últimas informaciones, el marido de la reina Sofía ha adquirido una nueva propiedad en Portugal, concretamente en Lisboa, en la zona de Cascais. Así solo estará a una hora en avión de Madrid y a pocos minutos en coche de la frontera. Mucho más conectado. Sin embargo, con este movimiento quien se queda solo es Froilán.
Hace más de dos años que Casa Real obligó a la infanta Elena a tomar una seria decisión con el joven. El hermano de Victoria Federica protagonizaba todos los titulares y no precisamente por buenas noticias. Protagonizó una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el lujoso barrio de Salamanca el día de Navidad y un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido y donde se encontraron sustancias estupefacientes.
Froilán renueva contrato con ADNOC
Juan Carlos I se ofreció para hacerse cargo de su nieto favorito. Froilán empezó a trabajar en ADNOC, una de las petroleras más conocidas y con íntimos amigos del emérito. Empezó a trabajar como becario y se le veía muy responsable, parece que había cambiado. Sin embargo, según las informaciones que salieron en su momento no se le habría renovado el contrato, aunque él seguía manteniendo su domicilio en Abu Dabi.
Ahora se ha conocido que Juan Carlos I habría movido de nuevo sus hilos para que se diese otra oportunidad a Froilán, y en este caso en un puesto mayor. De becario a ‘junior’, apostando así para darle continuidad al programa de jóvenes talentos.
Según fuentes próximas a Zarzuela consultadas por Monarquía Confidencial, Froilán desempeña tareas relacionadas con relaciones institucionales y apoyo logístico en eventos internacionales, manteniendo un perfil bajo y alejado de la atención mediática. La empresa demuestra de esta forma su confianza con el nieto del emérito. No se descarta que sea una estrategia de Casa Real para mantenerle alejado de la corona.
