Froilán constituye una fuente constante de preocupación para la Familia Real, por lo que Felipe y Letizia han instado al joven a trasladarse a los Emiratos Árabes junto a Juan Carlos I. A finales del año pasado, estuvo involucrado en un altercado con arma blanca en las inmediaciones de una reconocida discoteca en el barrio de Salamanca. Un mes después, fue expulsado de un club nocturno clandestino que excedía el límite de capacidad permitido y que únicamente poseía licencia de sauna. Además, durante un encuentro en el que se encontraba con amigos, se encontraron sustancias estupefacientes en la habitación donde se hallaba el hermano de Victoria Federica.
El nieto predilecto de Juan Carlos consiguió empleo como becario en una petrolera reconocida, aparentando un cambio positivo, pero resultó ser efímero. El joven tan solo necesitó entablar amistad con personas de su edad para retomar sus anteriores hábitos. Para añadir más preocupaciones a la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, parece probable que Froilán haya vuelto a conectar con Mar Torres, su expareja, quien actualmente reside en Estados Unidos.
Froilán prepara fiestas con barra libre de alcohol
Cada vez que regresa a España, las fiestas son una constante. Froilán pasa días sin dormir, saltando de una celebración a otra. El pasado verano, festejó su cumpleaños en Marbella, Ámsterdam e Ibiza, y posteriormente, tras finalizar sus vacaciones, en Dubái. Allí reunió tanto a sus viejos amigos como a los recientes. La música y el alcohol nunca faltan. "Disfrutaron de una cena en un afamado restaurante de carne", antes de embarcarse en una serie de actividades planificadas por el joven. A pesar de la prohibición del consumo de alcohol en los Emiratos Árabes, Froilán hace caso omiso a la ley seca.
Froilán aprovecha cualquier ocasión para divertirse, tanto en los Emiratos Árabes como en Madrid. Es un hábito arraigado que no consigue eliminar de su rutina. A pesar de los esfuerzos de la Infanta Elena por llevarlo a los mejores especialistas para "desintoxicarlo", su adicción persiste. Aunque se está integrando cada vez más en Abu Dabi, no planea quedarse allí indefinidamente, pues su verdadera vida, junto con sus amigos, pareja y familia, se encuentra en Madrid. En última instancia, las personas parecen ser renuentes al cambio.