Directa o indirectamente, Juan Carlos I ha decidido hacer más daño a la corona. El emérito esta harto de vivir en soledad a miles de kilómetros de España, quiere volver a su país de forma indefinida, pero parece que Felipe VI no está de acuerdo con esa decisión. El marido de la reina Sofía nunca haría daño a su propio hijo ni a su reinado, pero se ha visto en la obligación de desobedecerle para que nadie se olvide de él. Este verano publicará sus memorias oficiales con las que quiere dejar el recuerdo de la importancia de su figura en la transición. Su intención es que se olviden todos sus problemas con la justicia y sus amoríos y se recuerde siempre su servicio a la corona cuando ya no esté. Pero además ha querido demandar a varias personas sin consultar a Casa Real demostrando que él va por libre porque aún tiene poder.

Uno de ellos fue Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro. Un acto de conciliación que tuvo lugar el pasado viernes en los juzgados de Santander y en el que el emérito ni se presentó y el político no se retractó. La siguiente demanda fue para una íntima enemiga, Corinna Larsen. La mujer de la que estuvo enamorado y fue capaz de dejarlo todo por ella. De hecho, Pilar Eyre asegura que a día de hoy continúa enamorado de ella, haría cualquier cosa. Es más, la ha demandado por culpa de Miguel Ángel Revilla que la sacó a relucir, no eran sus intenciones.
Felipe VI pide a Juan Carlos I que retire la demanda contra Miguel Ángel Revilla
Según Pilar Eyre, “este posible juicio solo puede perjudicar al rey emérito”, sentencia sin lugar a dudas.“Fuster Fabra es un gran abogado”, explica a la revista Lecturas. “Puede recoger numerosos testimonios de políticos, periodistas y amantes confirmando las palabras de Revilla. La posible declaración de Corinna, que convivió con él siete años, sería demoledora”.
“Sería humillante para la reina Sofía y sus hijos ver a la amante sentada como testigo, en caso de que el abogado decidiera convocarla”, apunta. Sería incongruente porque el emérito también la ha demandado. A la empresaria alemana le demanda los 65 millones de euros que le regaló en su día.
“Una salida elegante para Juan Carlos sería retirar la demanda e incluso pedir una reunión privada con Revilla para aclarar posturas”, recomienda Eyre. “La Casa Real está pendiente de esta demanda y estarían encantados de que Juan Carlos optara por esta última decisión” porque la reina Sofía lo está pasando realmente mal con todo este asunto. Felipe VI ya se ha reunido con su padre en varias ocasiones para intentar frenarle, pero es demasiado testarudo.
