La salud de Juan Carlos I es muy preocupante. Todos están en estado de alarma en Zarzuela. Hace unas semanas sus hijos se volvieron a reunir en una especie de cónclave privado para debatir sobre el estado de salud del exmonarca y su futuro. Felipe VI ha dejado claro que no dejará morir a su padre a miles de kilómetros de distancia a pesar de sus problemas, pero no piensa dejarle vivir en España hasta que le queden semanas de vida. Cuando llegue a España será porque ingresará directamente en un hospital para no salir. Elena y Cristina empiezan a ejercer una fuerte presión. El emérito no está bien.

Juan Carlos I es consciente de que le quedan muy pocos años de vida y ahora todos los días son un regalo. Él siempre se creyó todopoderoso, pero por ahora la muerte no la puede comprar. A sus 87 años de edad acumula ciertos problemas, especialmente de movilidad, que los arrastra desde hace una década. Se ha operado más de una decena de veces de las rodillas y la cadera, y se ha sometido a tratamientos pioneros basados en la medicina regenerativa con células madre, pero sin mucho éxito. Ya no funcionan debido a su avanzada artrosis. Los médicos le han comunicado que se quedará en una silla de ruedas. Debe aceptar esa nueva realidad. Al marido de la reina Sofía le molesta que le vean en silla de ruedas, por eso cuando aparece ante las cámaras intenta apoyarse en sus personas de confianza y en el bastón.
Juan Carlos lleva el anillo que salva vidas
Hace algo más de un mes el emérito ingresó de urgencia en el hospital La Tour de Ginebra y canceló su participación en las regatas por primera vez en la historia. Debía cambiarse las pilas del marcapasos. Una intervención que no requiere de anestesia general, solo local, y no dura más de una hora. Por lo general los pacientes pueden irse a casa, pero debido a su avanzada edad le pidieron que se quedase un par de días en observación y así le realizaban otras pruebas médicas.
Juan Carlos I lleva varios dispositivos en su cuerpo para mejorar su salud. También usa audífonos. Incluso lleva un anillo muy famoso entre los famosos que monitoriza su ritmo cardiaco, la glucosa en sangre, entre otros aspectos relacionados con la salud. Tiene conexión con sus tres hijos y sus médicos, así pueden controlar la salud del emérito en todo momento. Es una ayuda fundamental para mantenerle vivo y saludable dentro de las posibilidades.
