Felipe VI por fin ha heredado el trono, algo que sucedió en 2014, pero hasta el año pasado era Letizia la que mandaba en casa y en la institución. Es una mujer muy calculadora y controladora y no quiere que nada escape de su control. Parecía que ella era la reina y él el consorte. Con la campaña de desprestigio que se hizo contra ella con la aparición de Jaime del Burgo ha quedado relegada a un segundo puesto. Ya ni tan siquiera tiene compromisos institucionales. Como mucho aparece una vez por semana. En el padre de Leonor y Sofía recae todo el peso de la corona, su agenda está más llena que nunca.

Letizia consiguió expulsar a todos los Borbón de Zarzuela y de la corona. Debido a las polémicas de Juan Carlos I y al caso Nóos, que implicó a Iñaki Urdangarin y a la infanta Cristina, la corona pendía de un hilo, tenían que actuar rápido.
Una de las grandes pérdidas de poder de Letizia quedó patente el pasado verano cuando Irene y Miguel Urdangarin se instalaron en Zarzuela con la reina Sofía sin su consentimiento. La benjamina de los Urdangarin vivió prácticamente un año con ellos. Se tuvo que incrementar la seguridad del recinto porque salían y entraban como querían. Finalmente, con la llegada del nuevo curso consiguió expulsarlos. Pero para colmo de la monarca planean volver.
Irene Urdangarin vuelve a Zarzuela para estar con Juan Urquijo
Irene Urdangarin ha hablado personalmente con Felipe VI para comunicarle su deseo de instalarse unas semanas este mes de junio, la hermana de Miguel tiene a su pareja en Madrid y en palacio no tiene que pagar hotel. Justamente la llegada de Irene coincidiría con la de la infanta Sofía, que acaba las clases a final de este mes de mayo. Abandonará Gales para instalarse de nuevo en Madrid, y es probable que se quede cuatro años más porque estudiaría allí su carrera universitaria.
Felipe VI ha autorizado el traslado de Irene Urdangarin para el enfado de Letizia. Nuevamente, han discutido por la visita de la joven. Al monarca le gusta tener a su familia cerca, y más por la reina Sofía. Necesita todo el cariño del mundo después de las malas noticias que ha recibido estos últimos años.
Los Borbón han ganado la batalla contra Letizia. Han tardado una década pero su plan ha surtido efecto. Ya no tiene ningún poder de decisión. De hecho, si no fuese por su implicación con la institución y sus obligaciones, estaría dispuesta a divorciarse y a marcharse lejos de ellos para no verles nunca más. Este verano volverá a ser una auténtica pesadilla.
