Casarse puede hacer mucha ilusión, sí, pero también es un quebradero de cabeza de enormes dimensiones. Especialmente, si te gusta complicarte la existencia con la boda. Como le pasa a VIPS y royals, sin ir más lejos. Mira la de problemas que sufrieron Tamara Falcó e Íñigo Onieva, o la que acabó montando José Luis Martínez-Almeida con la semiborbón Teresa Urquijo. Listas de invitados kilométricas, escenarios seleccionados, catering, regalos, logística, intendencia... Pereza, nervios e ibuprofeno en vena. Si todo sale bien, habrá valido la pena tanto esfuerzo. Pero siempre cabe la posibilidad de un desastre inesperado: como que te llamen para comunicarte que, desgraciadamente, te has quedado sin iglesia ni convite, cuando ya tenías todo preparado y las invitaciones enviadas. Es lo que le pasa estos días a una ahijada del rey Felipe, célebre por recibir una patada de Froilán durante la boda del entonces príncipe con Letizia Ortiz: Victoria López-Quesada.

La peor de las pesadillas de Victoria se ha hecho realidad: todo el trabajo que ha llevado a cabo hasta ahora ha quedado arrasado. Los planes de boda, arruinados. Toda la borbonada había reservado un hueco en su agenda para asistir al enlace con Enrique Moreno de la Cova. La cita tenía que ser a finales de verano, en la finca La Toledana en Ciudad Real: una propiedad de los Borbón Dos Sicilias, celebérrima por su actividad cinegética. Se da la circunstancia que pertenece a la familia de Teresa Urquijo, de la que fue dama de honor durante la boda del pasado fin de semana. El enclave dispone de una capilla donde se tenía que oficiar la ceremonia, lo tenía todo. Y ahora no tienen nada. Bien, sí. Un enorme marrón. Y una montaña de invitaciones devueltas.

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Froilán pateando a Victoria López-Quesada / GTRES

Fecha y ubicación han pasado a mejor vida por una serie de problemas inesperados en la finca de las narices, lugar frecuentado por Juan Carlos, Elena y Cristina para pasar temporadas de vacaciones y descanso, mientras mataban animales que pasaban por allí. Victoria y Enrique recibieron la noticia con "disgusto y fastidio", leemos en 'Vanitatis'. Drama. Según la revista 'Hola!', ya hay alternativa, pero no quieren explicar los planes, quizás por precaución y/o superstición. No quieren que se estropee una segunda vez, empezarían a pensar que su boda está maldita. Solo ha trascendido que será a finales de agosto. Es decir: se chamuscarán. Y si además, se cumple una de las posibilidades que los expertos en la materia han puesto sobre la mesa, por partida doble.

Victoria Federica prima GTRES
Victoria Federica con Victoria López-Quesada y su prometido, Enrique / GTRES

Celebrar una boda en agosto y en Córdoba parece una temeridad, dicho con todo el respeto hacia los andaluces. Al menos si piensan invitar a Juan Carlos o Sofía, por ejemplo. No están las cosas para estos calores extremos y menos equipados para una boda. Si el emérito acostumbra a necesitar ayuda para desplazarse, aquel día no será uno el brazo al cual se coja, no. Harán falta tres o cuatro, para asegurarse que no resbala por el sudor. Victoria Federica, gran amiga de la novia, y Froilán no tendrán tantos problemas: ellos son muy de sudar en cualquier tipo de juerga. Seguro que van. La gran incógnita, si lo hará también el padrino Felipe. El rey no acostumbra a ir a bodas. Quizás porque le recuerda la suya, también todas las miserias que escondía. Continuaremos atentos, somos fans de las nupcias. Y si son esperpénticas, mejor.

Froilán en el cabify de Leganés saliendo del after, Telecinco
Froilán saliendo del after / Telecinco