En el día en el que el matrimonio de Felipe VI y Letizia cumple 21 años, nuevos rumores persistentes apuntan a un acuerdo privado entre el rey Felipe VI y la reina Letizia. Según diversas fuentes y filtraciones difundidas, habría existido un pacto no escrito entre los reyes que permitía a la reina disfrutar de ciertos "días privados", alejados del protocolo oficial, del escrutinio público y de Felipe.
Todo comenzó con una serie de revelaciones del propio Del Burgo, quien asegura haber mantenido una relación sentimental prolongada con la reina. En sus declaraciones públicas, hechas a través de redes sociales y retomadas por periodistas como Jaime Peñafiel, el abogado afirmó que Letizia y él no solo compartieron un amor intenso, sino que llegaron incluso a planear una vida en común en Miami, recurriendo a la gestación subrogada como vía para formar una familia.
La reina Letizia pactó tener su tiempo libre para disfrutarlo en privado
Este relato tomó más fuerza cuando Peñafiel, veterano cronista de la realeza, confirmó que durante la preparación de su libro sobre Letizia, entrevistó extensamente a Del Burgo, aunque optó por no incluir toda la información por su alto contenido íntimo y polémico. Sin embargo, el silencio editorial no detuvo a del Burgo, quien decidió hacer público su testimonio como una suerte de ajuste de cuentas emocional.
Uno de los aspectos más controvertidos de esta historia es que la consorte estaba con Del Burgo mientras ya estaba casada con Felipe. Y algunas fuentes afirman que el rey lo sabía todo. Es decir, existía un pacto no escrito que permitía a Letizia tener libertad de movimiento y acción en su vida personal, siempre y cuando cumpliera con sus funciones institucionales y asegurara la continuidad de la dinastía mediante la descendencia, es decir, sus hijas Leonor y Sofía.
El matrimonio era una “tapadera”
Según las fuentes, Letizia habría aprovechado esos espacios de privacidad para encontrarse con Del Burgo en varias ocasiones. En un episodio citado por Maica Vasco, Letizia habría dejado a sus hijas en Palma de Mallorca durante el verano para viajar con su presunto amante, quien la habría recogido en el aeropuerto. "Evidentemente, el matrimonio era una tapadera", declaró Vasco.
Mientras tanto, Felipe VI, lejos de mostrarse afectado públicamente, habría aceptado este arreglo como una forma de preservar la estabilidad institucional y su imagen como monarca. Algunas fuentes incluso sugieren que para el rey resultaba conveniente que Letizia mantuviera una vida emocional al margen del palacio, siempre que eso no interfiriera con su papel como reina consorte. Al fin y al cabo, lo suyo, supuestamente, ya no era un matrimonio normal. Como apuntó Peñafiel, son un “equipo de trabajo”.