La Casa Real del s.XXI no sabe cómo gestionar una situación tan previsible como tener dos sucesoras: Leonor y Sofía. Cualquier familia moderna lo haría mejor que los obsoletos funcionarios de Zarzuela y el conservador rey Felipe se muestra incapaz de entender que tienen la misma importancia las dos hijas, solo diferenciadas por el año de nacimiento: Leonor tiene 19 años y la infanta Sofía 18. No hay ninguna otra diferencia. Una será reina no por más lista ni por mejor preparada sino por ser un año mayor. Zarzuela ya gestionó de manera lamentable la relación entre los tres hermanos Borbón: apartaron a Elena de la sucesión, se alejó a Cristina de Madrid y se puso bajo el foco exclusivamente al niño: Felipe. Pero esta manera de funcionar es absolutamente improcedente con los ojos de 2025.

Sofía Leonor París Ig

Da vergüenza que los plebeyos Ortiz, sin asesores ni dinero público, gestionen mejor la desigualdad entre hermanas. Telma Ortiz ha humillado a Felipe cuando a preguntas sobre Leonor ha respondido: "Estoy orgullosa por igual de todas mis sobrinas". Un varapalo a los que ven Leonor como un ser superior. Felipe ha tenido que rectificar sobre la marcha y acceder a volar el sábado a Gales para acompañar a Sofía en su graduación. Inicialmente no estaba prevista su presencia porque coincidía con un acto oficial en Ecuador, pero el sentido común y Letizia han impuesto un cambio de guion: Felipe ha emitido un comunicado anunciando su presencia en el UWC Atlancit College para acompañar a Sofía en su paso más importante de niña a adulta, deja la escuela y prepara el ingreso en la Universidad. El comunicado, inédito e innecesario, tiene un tufo de desprecio hacia la hija pequeña con un calificativo absolutamente improcedente: consideran la finalización de la formación de Sofía como un "acto privado", rebajando la categoría de la ceremonia, como si fuera una merienda de amigas. El paso de Sofía a la vida adulta y el fin del Bachillerato para acceder a estudios superiores es un acto de Estado. Ella será la reina si Leonor renuncia o queda incapacitada. Pero la tienen como un mueble. Ni siquiera le han hecho jurar la Constitución como a su hermana. Actuar así con la segunda en la línea sucesoria es no creer en la Corona. Acto "privado", dicen.

Sofía mira hacia otro lado, GTRES

Los reyes ya cometieron una pifia populista y sin sentido cuando anunciaron que el coste de los estudios de las dos hijas en el extranjero lo pagaban Felipe y Letizia de su bolsillo. Tal como suena: la formación de las futuras reinas preparándolas para ser adultas no la consideraron lo bastante importante para ser sufragada por el enorme presupuesto de la Corona sino por los sueldos que reciben a los reyes. José Antonio Zarzalejos, monárquico de piedra picada, fue crítico con Felipe en las páginas de EN Blau: "La educación de la heredera debería pagarla el Estado. Pero hay tanta presión crítica contra Felipe que dice "que quede claro que pago yo". Se ha pasado del consenso permisivo con Juan Carlos al consenso inquisitorial con Felipe". Felipe no entiende la monarquía.