Felipe solo ha tenido que tomar una decisión en toda su vida, y supervisada, no libre. La Constitución concede al príncipe (o princesa) que decida la persona con la que quiere contraer matrimonio, el futuro rey o reina consorte. Pero con un matiz: las Cortes Generales, es decir, el Congreso de los diputados, puede votar en contra. El artículo 57 de la Constitución dice "Aquellas personas que teniendo derecho a la sucesión en el trono contrajeren matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de las Cortes Generales, quedarán excluidas en la sucesión a la Corona por sí y sus descendientes".Es un artículo contra princesas o príncipes frívolos, no pueden casarse con quien quieran. Si se casan contra el criterio del rey y del Congreso de los diputados, dejan de ser príncipes. Si Felipe se hubiera obsesionado en casarse con Letizia contra la opinión de Juan Carlos y de PSOE y PP ahora tendríamos una reina Elena y un príncipe Froilán. Felipe fuera.
Los periodistas monárquicos acostumbran a explicar que Juan Carlos siempre se opuso a la boda con Letizia y que Felipe, después que todas sus exnovias, de Isabel Sartiorius a Gigi Howard pasando por la última, Eva Sannum, planteó un ultimátum a sus padres, a Juan Carlos y a Sofía, que también desconfiaba de la plebeya periodista de izquierdas. Y se ha escrito mucha literatura sobre el plantón de Felipe: "O me caso con Letizia o renuncio a la Corona". Y que ante este pánico, los eméritos se tragaron el sapo de una nuera que no soportaban, Letizia Ortiz Rocasolano. Ahora la revista Diez minutos recupera una vieja entrevista a Pilar Urbano que niega esta historia y revela que Felipe no planteó ningún ultimátum a sus padres. Rompe un mito y revela que el príncipe no estaba dispuesto a renunciar a la Corona por amor a Letizia. Felipe aclaró a la periodista que si los reyes le hubieran prohibido que se casara con Letizia lo habría acatado. Este es el poder del amor de Felipe por Letizia: nulo.
Pilar Urbano l en el pódcast La Visita: "Cuando yo empecé a ilusionarme con Letizia -me dijo Felipe-, y vi que me empezaba a enamorar, porque eso se nota, sé por ley que el llamado a reinar puede contraer matrimonio si no tiene el veto del Rey y las Cortes. Entonces empecé a hacer 'catas'. Me dijo: aquí todo se discute en la sala de estar y primero pregunté a mis hermanas, y lo vieron bien. Y me animé. Luego a mis tías, y también. Entonces ya empecé a preguntar a personas de prestigio: Gregorio Peces Barba, José María Aznar, Calvo Sotelo... aquellos del Consejo de Estado que tenían que decir sí o no. Y veía que iba teniendo aceptación. Y entonces es cuando lo declaré a los Reyes. Los Reyes me dijeron que sí, pero si me hubiesen dicho que no, hubiese renunciado a Letizia, porque mi destino es reinar. Aunque la Tierra se hubiese abierto bajo mis pies, pero yo no concibo un matrimonio sin estar enamorado, porque hubiera sido una tortura.¿O sea que no hubo ultimátum? No, aunque si los Reyes hubiesen dicho que no, yo hubiese renunciado a Letizia".
La comisión del sí la integraron personajes tan pintorescos como Elena, Cristina, Pilar, Margarita y Aznar. Todos le dijeron que encantados con Letizia, o eso dice él. Pero Felipe si su madre o su padre le dicen que no, habría echadoa Letizia de su vida. No es extraño que Letizia, al saberlo, se lanzara en brazos de Jaime del Burgo. Su matrimonio muy romántico no es.