La semana clave de 2024 para la Corona ya se ha acabado, la de la celebración de los 10 años como reyes. No habrá más actos importantes: Leonor cambiará el Ejército de Tierra por la Marina, Zaragoza por Pontevedra, Sofía volverá a Gales para seguir Bachillerato y hacerse mayor de edad en el extranjero y Juan Carlos seguirá exiliado esperando una única cosa: la muerte. La gran incógnita es el papel de Letizia. Zarzuela ha querido ocultar que ella también cumple 10 años de reina y lo han centrado todo en la línea sucesoria, Felipe pero sobre todo en Leonor y Sofía, las que han brillado más. Felipe llorando emocionado porque las niñas ya son mayores y toman la palabra ha sido la obra maestra de Letizia. Fue la reina quien orquestó el momento clave del décimo aniversario, escribió el texto que Leonor y Sofía leyeron alternativamente del móvil que Leonor tenía escondido en el bolso. Hizo que sí con la cabeza y a ambos lados las chicas pidieron el foco.
Sofía leyó mejor, con más entereza, menos Borbón y menos pija. Leonor puso la imagen, que de tan principesca parece hecha a medida. La chica se ha blanqueado la boca para lucir todavía más en las fotos. Es su único complejo: los dientes, por la enfermedad genética que lo ha obligado a tener varias piezas falsas. Letizia fue hábil, puso el foco en las chicas y le salió bien, Felipe queda como un abuelo emotivo que está de retirada. Letizia ha decidido que si cae no caerá sola. Lo apuesta todo a las hijas porque ella ya no pinta nada. Zarzuela ha vuelto a arrinconar a Letizia de la agenda oficial y la próxima semana, con Felipe tres días en el extranjero visitando las repúblicas bálticas, Letizia no hará nada. Solo tiene un acto oficial, el mismo número de actos que su suegra Sofía. Letizia no volverá. El caso Del Burgo la ha mantenido al margen de la Corona. Ha pasado la prueba de fuego, que su cuñado no abra la boca durante la celebración de los 10 años. Es evidente que lo tienen callado, el CNI, Hacienda, Zarzuela o quien sea, pero el peligro Del Burgo se ha desactivado. Letizia está marginada en la prensa rosa, ninguna revista le quiere dedicar ni una portada desde hace 7 meses y los diarios tampoco. Solo la contraportada de El País, dirigido por una mujer, Pepa Bueno, y con la columnista Luz Sánchez Mellado, quieren reivindicar que la reina es quien gobierno la casa.
Escribe la columnista: "En esta década han logrado bien que mal sellar la grieta a base de atar corto al padre, alejar a las hermanas, vetar al cuñado (Jaime del Burgo y/o Iñaki Urdangarin), evitar a los sobrinos y bieneducar a las hijas. Pero la nave, lejos de la calma chicha, atraviesa un mar revuelto. Entre el baño de almíbar de muchos, el desafecto de no pocos y las lisonjas envenenadas de otros, una mayoría pide que cumplan su papel y no den guerra. Otra cosa es que Leonor, por muy pluscuamperfecta que sea, llegue a ser reina. Por lo demás, en todas las casas cuecen cosas, sean habas o caviar del Caspio. Y, sí, puristas, ya sé que Letizia no fue proclamada reina y que quien reina es Felipe. Pero para mí es ella la que gobierna esa casa porque sabe oler el peligro y anticiparse. Eso gracias a ser el único espécimen de la familia no nacido en cautividad". Letizia está moviendo hilos para alejar a Felipe de la Corona, ya que a ella también la apartan, y que Leonor herede en condiciones. El matrimonio sigue por la hija. El miedo guarda la viña.