Tú a Perú y yo a Roma, esa podría ser el título de una película protagonizada por Felipe VI y Letizia esta semana. Los monarcas intentan no coincidir ni en los actos institucionales, un síntoma más de que su relación matrimonial es prácticamente inexistente. Este jueves, la madre de Leonor y Sofía reaparecía en la capital italiana tras el desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, un acto que este año cobra más sentido porque se celebra el 80 aniversario la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

En este acto se dan cita líderes internacionales, responsables de la ONU y figuras relevantes del ámbito humanitario. Allí Letizia se reencontrará con el papa León XIV, con quien coincidió durante la misa por su pontificado. La ceremonia central se desarrollará en la sede de la FAO, un imponente edificio situado entre el Circo Máximo y las Termas de Caracalla, en el corazón de la capital italiana.
Letizia no tiene tiempo para cambiarse en el hotel
Los actos conmemorativos han iniciado a las 10:30 horas de la mañana. También han estado el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi; el rey Letsie III de Lesoto; la princesa Basma de Jordania y representantes de las principales agencias de Naciones Unidas con sede en Roma, como el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). El objetivo es "llamar a la colaboración global para crear un futuro pacífico, sostenible, próspero y con seguridad alimentaria”.
Esta siendo una agenda muy completa para la reina. De un lado para otro. Nunca le gusta repetir vestido y hay en ocasiones que va tan justa de tiempo que decide cambiarse en el mismo coche oficial que la transporta de un sitio al otro. Su personal de seguridad se encarga de que no la vea nadie como Dios la trajo al mundo. En el exterior no hay problema por los cristales tintados, pero en el caso del chofer es más complicado. El personal que trabaja para ella acaba en muchas ocasiones harto de todo y algunos hasta se han despedido por su cuenta y riesgo.
