Este fin de semana se ha disputado la Copa del Rey de baloncesto en Málaga. Una competición que, como bien dice su nombre, lleva el nombre del monarca. Un título que ha vuelto a ganar el Real Madrid, después de una final muy disputada contra el Barça, donde un arbitraje sibilino decantó la balanza en favor del conjunto blanco, con decisiones peculiares, por decirlo suavemente, en momentos determinados.  "En un par de acciones en las que estábamos remontando, nos cortan la remontada. Muchas veces el criterio no es el mismo. Se han equivocado más de lo común", ha dicho el capitán Àlex Abrines. "¿En la recta final? Durante todo el partido. Creo que no soy de decir ciertas cosas ni de criticar, pero creo que el arbitraje no fue bueno", ha dicho Nico Laprovittola. Y el técnico Roger Grimau alucina con que los árbitros le dijeran a Willy Hernangómez que "chaval, esto no es la NBA" y le señalaran una técnica.

Escándalo arbitral aparte, los blancos se proclamaron campeones. Al final de estas imágenes pueden ver cómo dos de los jugadores más veteranos del equipo, Rudy Fernández y Llull, levantaban al mismo tiempo el trofeo que les acreditaba como nuevos campeones de Copa:

Después de esta imagen, en la Casa Real han corrido a hacer un comentario en redes desde su cuenta oficial, felicitando al campeón después de una final, "un año más" donde "los dos equipos que se han disputado la final de la Copa del Rey en Málaga nos han regalado un partido emocionante y vibrante, con momentos dignos de un baloncesto de primerísimo nivel"... Quizás fue un partido emocionante y vibrante, pero a pesar de la emoción, quien se lo perdió fue quien le da nombre al trofeo. Un rey Felipe que ni estaba ni se lo esperaba, prefería estar esquiando en la Vall d'Aran sin su mujer Letizia. Una agenda muy repleta que ha indignado a más de uno. Críticas por la ausencia real y porque Zarzuela pierda el tiempo de esta manera: