Leonor inició el pasado 1 de septiembre su último curso de formación militar obligatoria. Durante todo el año convivirá con el ejército del aire en la Escuela del Aire de San Javier, Murcia. Uno de sus retos más complicados porque la princesa siempre ha tenido fobia a las alturas, algo de lo que se ha tratado con especialistas en los últimos años. Por ahora no es una preocupación para ella ni para su familia porque la hermana de Sofía recibirá clases teóricas y pilotará el Pilatus a través de un simulador. Además, cuando esté preparada para subirse a uno de verdad siempre lo hará con un instructor. La máxima prioridad es su seguridad.

La princesa necesita la máxima condecoración para ostentar el mayor título de las Fuerzas Armadas como Juan Carlos I y Felipe VI. Por primera vez será una mujer la encargada de ostentar este título. Independientemente de cada una de sus notas, Leonor siempre recibirá la mejor puntuación para recibir la condecoración. No obstante, sus compañeros pueden estar tranquilos porque su puntuación no afecta al resto, es totalmente independiente. La hija de Letizia se ha unido a los alumnos de cuarto curso. Ha entrado como alférez, categoría con la que abandonó la Armada, y saldrá como teniente.
En tan solo una semana Leonor ya ha afianzado su grupo de amigos. De hecho, el pasado fin de semana ya salieron por la zona de San Javier para celebrar el inicio de curso. Los superiores han dejado claro que la participación de la princesa en este curso no afectará para nada al resto en ningún aspecto. No obstante, en su caso ven que tiene un trato de favor.
Leonor recibe un trato especial por parte del ejército
Leonor no pretende dedicarse al bando militar en ningún momento y espera no tener que utilizar nunca lo aprendido. Es un proceso obligatorio por el que debe pasar para poder heredar el trono en el futuro. Pero en su caso se han adaptado todos los cursos para que pueda formarse en los tres ejércitos en tan solo tres años, cuando la formación son cinco años cada uno.
Compañeros de San Javier están en contacto con sus familias a diario y ya han explicado a sus padres como es Leonor en las distancias cortas, ya que su visita generaba una gran expectación, como sucedió en Zaragoza o en Marín con el ejército de tierra y a la Armada. Según ellos, la princesa prácticamente no hace nada, ni esfuerzos, asiste a las clases y poco más. Está como oyente. Además, no supera las exigentes pruebas físicas porque no está en forma.
