Leonor está a solo un mes de dar por finalizada su aventura a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. La princesa llegará este jueves a Nueva York, donde será recibida por Donald Trump en la Casa Blanca. Parecía que era una aventura que nunca iba a acabar, pero finalmente está a punto de finalizar y se ha llevado una grata experiencia, aunque también ha tenido que lidiar con la presión mediática por ser la princesa de Asturias y futura reina, y con los problemas de viajar en una embarcación de esas características cruzándose el océano y no estar preparada para ello.
A diferencia de sus compañeros guardiamarinas, Leonor solo recibió tres meses de instrucción, mientras que el resto lleva tres años de formación. Nunca había pisado un barco de esas características con dimensiones tan reducidas, pocas comodidades y 75 personas en su interior. La joven ha compartido un estrecho camarote con otras tres personas más, taquillas y duchas.
Felipe VI y Letizia no querían que se hiciese ninguna diferenciación con su hija respecto al resto de compañeros, por ello ha recibido las mismas normas. Ha realizado las maniobras, o por lo menos lo ha intentado. La princesa no ha estado al nivel de sus compañeros, está en muy baja forma, como también le dijeron en la Academia General Militar de Zaragoza.
Leonor recibe amonestaciones por su actitud
Leonor ha acumulado varias amonestaciones por parte de los comandantes porque no está al nivel del resto. Esto tiene una consecuencia y es que en la próxima escala, Nueva York, es probable que ella tenga menos tiempo libre para salir y deba quedarse en cubierta haciendo guardia a bordo.
“No hablamos de capacidad, sino de actitud. Hay jornadas en las que su rendimiento físico ha sido manifiestamente inferior al de sus compañeros. Y eso, en este entorno, no pasa desapercibido”, explica a ESdiario un oficial vinculado a la instrucción del buque escuela.
Sin embargo, como ella es la futura reina de España se le pasan muchas cosas, como han visto alguno de sus compañeros que se quejan de un trato de favor. Aunque ella no llegue a la nota mínima, es indiferente, ya que recibirá la máxima puntuación de todos modos. Se le debe otorgar la máxima condecoración de todos los ejércitos, pero su nota no perjudica al resto porque es totalmente independiente.
