La princesa Leonor y la infanta Sofía tienen 6 primos de la rama de los Borbones: los hijos de Elena y Marichalar, Froilán y Victoria Federica, y los de la infanta Cristina y Urdangarin: Juan Valentín, Pablo Nicolás, Irene y Miguel. De la parte de los Ortiz, dos, ya que su tía Telma tiene una hija, Amanda, mientras que la difunta Érika fue madre de Carla. 8 primos. 8 hijos de los hermanos de sus padres. 8 chicos y chicas con quien prácticamente tienen una relación nula. Los intentos a más no poder de los reyes por mantener a sus hijas en una especie de burbuja ajena al mundo llega a unos límites tan ridículos y preocupantes que casi no se ve a las niñas en ninguna celebración con los otros niños de la familia, por no hablar de otros amigos o compañeros de escuela.
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Tal como escribe la revista Lecturas, "la Casa del Rey no quiere mezclar a la monarquía con su propio entorno. La obsesión de los reyes por mantener a Leonor y Sofía aisladas roza ya límites preocupantes". ¿Culpables de esta situación? Principalmente Felipe y Letizia, a los que no gusta mezclar a sus hijas con sus primos. Explica la periodista Pilar Eyre: "tanto Letizia como Felipe, no olvidemos que el padre también tiene voz y voto, no quieren que sus hijas alternen con sus primos hermanos. Ni los de Elena, demasiado libres de comportamiento, ni los de Cristina, por culpa de su padre, ni con la hija de su hermana Erika, ‘ingobernable2 como ella misma dice, ni con la de Telma”. Los reyes, avergonzados de los muchachos borbónicos. No es extraño, pues, que si vamos a la otra parte de la ecuación, sientan el mismo afecto hacia unas niñas a las que parece que contraerán una enfermedad contagiosa si se acercan a menos de un metro de sus primos.
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Imágenes como esta son un anacronismo. Sofía rodeada de todos los nietos y con Letizia muy cerca. Por eso todavía es menos extraño, pues, que en este contexto se haya organizado un festín en casa de los Borbones sin contar ni con Leonor ni con Sofía. Según explica en exclusiva la revista Vanitatis, la reina Sofía ha organizado una comida familiar en Zarzuela donde ni estaban ni se las esperaban a las otras dos nietas que faltaban. El sábado, el mismo día que operaban a Juan Carlos y antes de que su familia lo visitara con cuentagotas, la emérita montó una reunión gastronómica en palacio, una oportunidad de la abuela de tener a los niños juntos. ¿Todos? No. Leonor y Sofía, bien alejadas, a instancias de Felipe y Letizia. Por si las moscas.