En una noticia que ha generado revuelo en el ámbito naval y en la Casa Real, se ha conocido que el comandante a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano ha tomado medidas disciplinarias contra dos guardiamarinas, tras enterarse de que habían expresado comentarios negativos sobre Leonor. Al tratarse de una figura real, la Academia Naval tiene ciertas atenciones especiales con la princesa. Además, promueve un entorno de respeto y discreción absoluta para no incomodarla.
Leonor continúa embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, avanzando en su formación castrense. Su partida tuvo lugar en enero, tras una emotiva despedida con Letizia y Felipe VI. Un viaje de 17 000 millas en el que visitará 8 países, con una duración aproximada de 6 meses. Esta ha sido una experiencia distinta a las vividas anteriormente, sin escapadas de fines de semana con sus compañeros ni poder estar más cerca de sus padres. Además de tener que acostumbrarse a estar en el mar, al espacio más limitado. Durante los primeros días se descompensó, atravesó una serie de síntomas molestos.

Pese a que la princesa de Asturias se adaptó muy bien en los ejércitos anteriores, en esta travesía hay polémica respecto al tratamiento distinguido que recibe. Al parecer, se trata de diferencias que los demás tripulantes no han podido evitar notar e informar. ¿Qué beneficios recibe?
Acusan al comandante de Elcano de concederle privilegios a Leonor
Se habla de que los guardiamarinas en cuestión habían manifestado su descontento respecto a los privilegios que recibe la royal. Entre las quejas se mencionan que la joven cuenta con una habitación privada que comparte con su supuesta pareja y, presuntamente, se ha saltado algunas guardias. Estas quejas, que circulaban entre algunos miembros del cuerpo, no solo reflejan una percepción de favoritismo, sino que también han sido consideradas una falta de respeto hacia la institución y el trabajo arduo que sí realizan los demás tripulantes.
Por otra parte, los navegantes no tienen acceso a la comunicación con sus familiares. Algo que a la hija de los reyes no le afecta, pues le permiten tener un móvil satelital para hablar con sus seres queridos a diario. Una excusa que, presuntamente, está respaldada por Letizia, quien no puede dejar de preocuparse por su primogénita.

Como respuesta a las quejas emitidas, el comandante del buque decidió desplazar a los dos guardiamarinas de los equipos de trabajo en los que participaban por criticar el trato que recibe la aristócrata. Los guardiamarinas fueron confinados en áreas apartadas, en un intento de evitar que estas actitudes pueden afectar al resto del personal y la percepción pública.
En definitiva, la medida del comandante de Elcano va más allá de una acción disciplinaria como cualquier otra. Busca proteger a la institución naval, al tratarse de un caso tan particular que incluye a un miembro de la familia real. Las órdenes son claras, Leonor no es un navegante ordinario y, por ende, tiene pase libre. Eso sí, la hija de los reyes no será el mejor ejemplo a seguir tras saltarse pruebas y exámenes importantes para su desarrollo militar.