Según Informalia, la infanta Elena es quien recomendó a Juan Carlos I demandar a Miguel Ángel Revilla para que nadie más dañe su imagen. Es sorprendente porque el emérito nunca ha tenido confianza en su hija mayor. El exmonarca nunca estuvo enamorado de la reina Sofía y solo mantuvo relaciones íntimas con ella con tal de dar a luz al futuro heredero al trono. Sin embargo, los dos primeros nacimientos fueron mujeres. Estuvo a punto de cambiar la constitución, pero no se fiaba de la infanta Elena, no creía que pudiese reinar. Según fuentes cercanas al entorno de Juan Carlos I, creía que su hija era tonta. De hecho, con ocho años ya tenía dificultades en la escuela. Necesitó de profesores particulares en Zarzuela todos los días, prácticamente de todas las asignaturas, a excepción de los idiomas.

Infanta Elena y Juan Carlos con amigos
Infanta Elena y Juan Carlos con amigos

Juan Carlos I le contó en aquella época a Adolfo Suárez que la infanta Elena no estaba capacitada para reinar. Se estaba redactando la constitución y había un punto que no veía claro. “Mira, Adolfo, la verdad, no me voy a meter en el trabajo de esos siete sabios ni muchísimo menos, pero hay dos cosas que quería comentarte”, comentaba Pilar Eyre evocando aquel diálogo. "Si derogamos la ley sálica... tú sabes lo que es eso, ¿no?”, sugería el padre de Felipe VI sobre el problema de la sucesión.

Juan Carlos I no confiaba en la infanta Elena 

“Pues mi chica mayor no está en condiciones de reinar. Tiene que ser Felipe, que ya es Príncipe de Asturias... No lo vamos a degradar ahora, ¿no?”, escribe Pilar Eyre, en boca del monarca. “Una vez más, Adolfo se sorprende por la astucia del hombre que tiene delante y al que muchos siguen tomando por tonto. Nombrando Príncipe de Asturias a Felipe en enero, algo a lo que casi nadie dio importancia, colocó a los ponentes de la Constitución ante los hechos consumados”.

“¡Una mierda para los tiempos! ¡Elena no puede reinar y punto en boca! No tengo por qué dar más explicaciones. ¿Hay un chico? ¡Pues ese tiene que heredar, vamos a dejarnos de modernidades que a nada conducen!”. No tenía ninguna confianza en su nieto mayor.

Las leyes han cambiado y ahora es Leonor quien heredará el trono, Juan Carlos I nunca puso ningún impedimento, de hecho se siente muy orgulloso de ella. El emérito llevó a la infanta Elena a realizarse unas pruebas médicas, pero los resultados no fueron nada satisfactorios, como se esperaba. No estaba dispuesto a que la corona fuese el hazmerreír de todas las realezas europeas.

Infanta Elena con Juan Carlos en Sanxenxo
Infanta Elena con Juan Carlos en Sanxenxo