La gala de los Premios Princesa de Girona reunirá esta noche a la Familia Real en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, y como ya es habitual, hay un detalle que no pasará desapercibido para quienes conocen bien los hábitos del monarca. Felipe VI volverá a contar con su bebida de confianza: un zumo de tomate cuidadosamente solicitado por el equipo de protocolo de Casa Real antes de cada acto largo o desplazamiento oficial.
Lejos de tratarse de una excentricidad, el zumo de tomate se ha convertido en una constante en la rutina del Rey durante sus jornadas más exigentes. No come ni bebe nada más mientras está en actos públicos, y este tipo de bebida le permite mantenerse activo sin necesidad de pausas ni comidas pesadas. Es una elección práctica, discreta y ya perfectamente integrada en los preparativos de cada evento.
Para esta noche, el protocolo del Liceu ya lo tiene todo previsto. Entre los focos, los discursos y la entrega de galardones a seis jóvenes talentos, el pequeño gesto del vaso rojo estará presente como parte de un mecanismo bien engrasado. Puede parecer un detalle menor, pero quienes están acostumbrados al ritmo de la Casa Real saben que estas rutinas se respetan con precisión suiza.
Un gesto que ya forma parte del protocolo
No es la primera vez que desde Casa Real se solicita específicamente esta bebida en los eventos donde Felipe VI va a estar varias horas. Se trata de una petición habitual que acompaña al monarca desde hace años y que evita improvisaciones en momentos clave.

La entrega de los premios será la más multitudinaria hasta la fecha, con más de dos mil asistentes y un formato renovado que busca dar más visibilidad al talento joven. Estarán presentes también la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, en una puesta en escena que combinará solemnidad con cercanía.
Y mientras todo eso ocurre, el zumo de tomate estará listo, como siempre, en un rincón discreto del Liceu. Un pequeño gesto que ya es marca registrada del estilo sobrio y práctico del rey.