Cuando la reina Isabel II falleció el 8 de septiembre de 2022, una serie de sucesos impactantes y controversias se desencadenaron en el mundo de la realeza británica. Uno de los temas más debatidos en relación al legado de Isabel II es el destino de sus valiosas joyas, algunas de las cuales han caído en manos de su hijo, el rey Carlos III. Sin embargo, mientras las joyas de la Corona pueden ser legítimamente heredadas por Carlos y compartidas con otros miembros de la Familia Real, hay un conjunto de joyas que pertenecieron al joyero personal de la difunta reina y han desencadenado una sorprendente acusación de "robo" dirigida a Camilla Parker Bowles.

Joyas de Isabel II: un tesoro en manos de Camilla

La reina Isabel II, una de las monarcas más icónicas de la historia, poseía una extensa colección de joyas que asombraría incluso a los más apasionados amantes de las gemas. Con más de 300 piezas en su colección, que incluían broches, pulseras, pendientes y espectaculares tiaras, estas joyas han sido testigos de generaciones de reinas y eventos históricos. Ahora, con la ascensión de Carlos III al trono, Camilla ha tomado la decisión de llevar estas joyas, tanto las de la Casa Real como las piezas más emblemáticas de la colección privada de la fallecida monarca.

Entre las joyas notables se encuentra el set parure de diamantes y zafiros, también conocido como la suite victoriana del Rey Jorge VI. Este conjunto de joyas contiene zafiros azules tallados en varias formas y data de la década de 1850. La reina Camilla ha elegido usar estas impresionantes piezas en varias ocasiones, rindiendo homenaje a su suegra y celebrando su legado, aunque esta “apropiación” no ha sido del agrado de todos en la Casa Real.

Broches, collares y tiaras: las joyas en el ojo del huracán

Otra joya de importancia histórica es el collar de diamantes Garrard, también conocido como "de La Coronación". Camilla lo usó para su propia coronación el 6 de mayo de 2023, marcando un momento especial en su reinado. Esta pieza ha sido utilizada en todas las coronaciones desde 1902, incluyendo la de la Reina Isabel II. Consta de 25 diamantes en talla brillante y un colgante de diamantes de 22,48 quilates.

La tiara de diamantes de Greville, también conocida como la Boucheron Honeycomb Tiara, es una de las piezas más impresionantes del joyero de Isabel II. Camilla, quien  ha sido una admiradora de esta tiara mucho antes de convertirse en reina consorte, tomó posesión de ella tras el ascenso de Carlos III. Este conjunto incluye un collar a juego y ha sido un legado de Dame Margaret Greville, amiga íntima de la Reina Madre. La tiara presenta motivos que asemejan un panal de miel, con diamantes en pavé y otros tallados en redondo.

Sin embargo, la colección de joyas de Camilla Parker Bowles no se detiene aquí. Ha elegido con gusto una variedad de broches pertenecientes a Isabel II, cada uno con su propia historia y significado, siendo algunos de los más significativos el broche de cardo de diamantes, el broche de nudo celta con diamantes y esmeraldas, el broche de racimo de zafiro ruso, el broche de diamantes y turquesas y el broche del jubileo de diamantes de Hesse. Además, también se ha apropiado del Collar fringe de diamantes, que representa una parte vital del patrimonio de la realeza.