El exministro de Defensa José Bono es uno de esos políticos, antiguos altos dirigentes, que siguen dando que hablar una vez se han jubilado de la primera línea política.

El exdirigente socialista confesó hace pocos días a Bertín Osborne que había dimitido del ministerio de Defensa por el "movimiento secesionista" que empezaba a haber en Catalunya, a finales de 2005. Ahora, Bono se ha pronunciado sobre el affaire amoroso que más resonancia ha tenido con la llegada del nuevo año, y del que hacía décadas que se venía especulando: las relaciones extramatrimoniales entre el rey Juan Carlos I y Bárbara Rey.

De todo lo que se ha publicado sobre el caso, una de las noticias más notables es que el Estado habría comprado el silencio de la vedette con fondos reservados. Para más detalles, se ha afirmado que Bárbara Rey no recibía aquel dinero a mano y en España, sino que a través del banco luxemburgués Kredietbank. Ante esto, Esdiario publicaba que José María Aznar decidió "cortar el grifo" a la vedette después de llegar al gobierno español en 1996, "escandalizado" por el uso que se estaban haciendo de los fondos. Sólo aquel año (1996), afirma el citado medio, Bárbara Rey había cobrado 26,3 millones de las antiguas pesetas, de los 500 que obtuvo por no revelar supuestas imágenes y grabaciones íntimas con el entonces monarca.

Teniendo en cuenta que los supuestos pagos secretos se habrían hecho bajo el gobierno socialista de Felipe Gónzalez, Bono ha querido cortar polémicas en una entrevista en Vanity Fair, donde asegura que "desde que Zapatero llegó al Gobierno [en el año 2004], no se pagó a esta señora con cargo a los presupuestos generales del Estado".

Así, Bono pone la mano en el fuego por el gobierno del que formó parte, pero no de los previos, tampoco del de González. "Ignoro lo que pasó antes", afirma, para remarcar que "no puedo dar fe del pasado".