La familia de la reina Letizia siempre ha estado bajo la lupa. Su trayectoria como periodista y después como monarca no ha conseguido borrar las sombras que envuelven a sus antepasados. Detrás de la imagen impecable de la actual reina de España hay historias menos glamorosas. Relatos que hablan de ambición, escándalos y reputación dudosa.

Uno de los nombres más repetidos en estos relatos es el de Menchu del Valle, su abuela materna. En lo público fue una voz admirada en la radio. Una profesional de éxito, premiada con galardones como las Antenas de Oro y el Premio Nacional de Radio. Pero en lo privado, su figura ha sido envuelta en rumores. Historias que hablan de favores personales a cambio de oportunidades profesionales. Cuentan que Menchu no dudaba en usar su encanto para avanzar en un mundo dominado por hombres.

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Menchu del Valle y Letizia

La bisabuela de la reina Letizia arrastraba una reputación dudosa

Más allá de Menchu, la historia se ensucia todavía más al retroceder una generación. Ahí aparece el nombre de Plácida del Valle, bisabuela de la reina. En su pueblo, en Valladolid, pocos la llamaban por su nombre. Para todos era “La Patatina”. Un apodo que escondía una fama muy concreta. Se decía que se acostaba con hombres por dinero. Que no tenía reparo en aprovecharse de su atractivo y de su carácter fuerte para sobrevivir.

La vida de Plácida estuvo marcada por la promiscuidad. Así lo describen periodistas como Isidre Cunill, que ha investigado a fondo los orígenes de la familia Ortiz del Valle. En una época difícil para las mujeres, Plácida encontró en su cuerpo y en su carácter una herramienta de supervivencia. Lo que en su tiempo fue visto con desprecio, hoy se analiza como el reflejo de una sociedad desigual. Pero el eco de su fama quedó grabado.

Menchu del Valle
Menchu del Valle

Episodios que Letizia siempre prefirió mantener ocultos

Los vecinos recordaban su ambición desmedida. También su facilidad para relacionarse con hombres influyentes de la zona. Algunos aseguraban que era capaz de doblegar voluntades con tal de conseguir lo que quería. Esa mezcla de encanto y audacia la convirtió en un personaje conocido. Amada por algunos. Temida y criticada por otros. Lo cierto es que su historia nunca se borró del todo y sigue viva en los relatos orales de su localidad.

Estas sombras familiares han perseguido a Letizia desde que entró en la Casa Real. La reina ha intentado proyectar una imagen moderna, trabajadora y comprometida. Pero cada tanto vuelven a salir a la luz estos episodios oscuros. La biografía de Menchu y el apodo de La Patatina resurgen como recordatorio de un pasado incómodo. Un pasado que muchos prefieren silenciar, incluida Letizia.