La infanta Elena com a mare s'ha lluït. Dos nous membres de la Família Reial estan prop de ser citats a declarar per frau fiscal: els seus fills Froilán i Victoria Federica, de 22 i 20 anys. Ja no són criatures i cada dia són notícia per dropos. Saltar-se el confinament, mals estudiants, festes de botellón, cotxes de luxe i tirar de targetes black defraudant Hisenda. El pare, Jaime de Marichalar,  Duque de Lujo, viu amb un ictus i un divorci sospitosos. Pilar Eyre regala als seus lectors un perfil de la mare, Elena de Borbó, per emmarcar.

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Elena de Borbó als cavalls, GTRES

Escriu Eyre a Lecturas: "La pobre Elena, el patito feo de la familia, la torpe, la que siempre iba atrasada en el colegio, a la que tienen que poner profesores particulares hasta que al final la llevan a un centro menos exigente. En su adolescencia tuvo que acudir a una psicóloga argentina y la acompañaba el jefe de la Casa, Sabino Fernández Campo, porque nadie se ocupaba mucho de ella. Heredaba los trajes de su madre casi sin retoques, y presentaba un aspecto tan ñoño que el propio padre le comentaba con preocupación a su mujer: “Oye, por qué no la vistes de otra manera, ¡no la vamos a casar nunca!”. Però es va casar amb aquest:

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Jaime de Marichalar, en l'actualitat, GTRES

Marichalar, que prefereix les botigues de luxe a educar bé els seus fills. Per ell també té la cronista. Escriu Eyre: "Al pobre Jaime de Marichalar nunca lo tragaron en la familia. Una mañana en el Club de Polo de Barcelona  casi no había nadie, y la familia real al completo, excepto Sofía, arropaba a Elena que participaba en un concurso hípico. Marichalar se mantenía al margen, sentado lejos, con expresión huraña. Mientras todos iban de sport, él llevaba un abrigo entallado, traje impecable, enorme bufanda y sus inseparable cascos. Nadie le dirigía la palabra, tenía la mirada fija en un punto indeterminado, se quedaba rezagado, con evidentes problemas de movilidad. Ya había tenido el ictus, la pareja había pasado por situaciones terribles en Nueva York y ambos eran profundamente desgraciados".

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Els ducs de Lugo en una de les últimes imatges plegats, GTRES

El detall final és que el matrimoni no té la nul·litat eclesiàstica: "Delante de los ojos de Dios, Elena sigue casada con Jaime, lo que le impide, dada su acendrado catolicismo, tener relaciones con otro hombre. Profundamente religiosa, no se identifica con la extravagante espiritualidad de su madre. Con Sofía nunca ha sentido afinidad, la reina ha sido siempre muy fría con sus hijas. Elena está incondicionalmente al lado de su padre, haga lo que haga". Un amor pare-filla incondicional. Pagat amb targetes black.