La autopsia del cadáver de Pedro Rodríguez, el agente de la Guardia Urbana de Barcelona que encontraron muerto y quemado dentro del maletero de su coche, tiene indicios de estrangulamiento.

El informe forense indica que el cadáver no estaba entero y lo que intenta analizar y saber es si eso lo provocó el fuego o fue anterior.

El fuego carboniza completamente las manos y los pies, y dentro del maletero del coche sólo se encuentran huesos, aparte del torso del cadáver y las extremidades inferiores. Es entre los huesos de la espalda donde se encuentran las cinco piezas metálicas que Pedro Rodríguez tenía en la columna vertebral. La numeración de estas prótesis es lo que hizo que se pudiera identificar rápidamente el cadáver.

Lesiones en el cuello

La autopsia detecta fracturas en las tiroides que podrían estar provocadas por una compresión sobre el cuello, pero los forenses quieren asegurarse de que no ha sido a causa del fuego y quieren concretar si las lesiones se han hecho con el cuerpo en vida, un estrangulamiento, o bien había una lesión anterior.

Todo parece indicar que las fracturas en el cuello se hicieron en vida, pero los mismos forenses describen en el informe que el cuerpo está tan afectado por el fuego que es difícil concretarlo.

Las conclusiones de la autopsia apuntan a un "estrangulamiento manual".

Sustancias dentro de la garganta

En la inspección que hacen los forenses de los restos detectan alguna sustancia dentro de la garganta del cadáver. Según el informe forense "suena a metal" y está dentro de la tráquea.

Las muestras se envían al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses en Madrid.