Cerca de la cabaña del pastor de Estanilles, en la montaña de Boldís, el pasado día 15 de septiembre por la noche tuvo lugar un ataque de oso a un rebaño de ovejas, según se ha sabido hoy. En el momento de los hechos, oscura noche, ni el pastor ni los tres mastines que tiene para vigilar las ovejas y prevenir daños del oso, pudieron hacer nada. Un total de 8 ovejas murieron ahogadas y 4 por heridas. Se trata de un rebaño de unas 1.000 ovejas de 6 rebaños diferentes. Del total de 6 ganaderos, 5 han sufrido alguna baja en este ataque.

Los Agentes Rurales se desplazaron al lugar de los hechos y levantaron acta el día 16 de septiembre, según explica un ganadero. Casualmente la cabaña de Estanilles forma parte del programa de actuaciones para mejorar la gestión de uno de los agrupamientos de ovejas de la Vall de Cardós para prevenir los posibles daños producidos por el oso pardo.

La agrupación de rebaños permite disponer de una vigilancia continua. Asimismo, los rebaños pasan las noches en circulo y, en algunos casos, como el del ramaje de Boldís, también se acompañan con perros de protección. Todas estas medidas, no fueron suficientes para evitar las 12 muertes de este rebaño.

Uno de los ganaderos afectados por la baja de animales ha expresado la impotencia que sienten por estos ataques y dice que ni el pastor ni los mastines pudieron evitarlo.

La casita situada dentro de los límites del Parc Natural del Alt Pirineu, proporciona un mayor confort al pastor contratado por el Proyecto LIFE+ Piroslife, que gestiona a la Generalitat y cofinancia la Unión Europea. Este pastor realiza la vigilancia de unas 1.000 cabezas de ganado ovino de diferentes ganaderos de la Vall de Cardós que pacen durante el verano en zona de presencia continuada de oso pardo.