La actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional dejó graves secuelas en algunos de los votantes que ejercieron su derecho en las diferentes escuelas de Catalunya. No sólo pegaron desproporcionadamente, sino que incluso cogieron comida, juguetes o disfraces de los centros. Este fue el caso de la Escuela Nostra Llar, en Sabadell, donde unos setenta agentes reventaron más de 20 puertas, después de desalojar el exterior del recinto, y rompieron material que no tenía ninguna relación con el referéndum. Así lo han explicado los responsables del colegio y del AMPA, donde su coordinador, Gerard Esteve, tildó los hechos de "bestias" y "desproporcionados", ya qué los actos que se habían preparado para el 1-O, eran de tipo lúdico. "Todavía no sabemos por qué pero cogieron una bolsa y se llevaron disfraces y juguetes", explica Esteve. El Ayuntamiento de Sabadell ha anunciado que está estudiando interponer una denuncia por estos hechos.

También en el Institut Quercus, de Sant Joan de Vilatorrada, los agentes rompieron puertas y cristales para poder registrar el centro. Su directora, Anna Vila, ha explicado que, a pesar de los desperfectos que generaron los agentes de la Guardia Civil, lo peor no son los daños materiales sino los daños morales que ocasionaron a sus estudiantes. "Tenemos estudiantes de Bachillerato que vivieron los hechos en primera persona y están tocados emocionalmente". Sin todavía evaluar los desperfectos ocasionados por la policía nacional, Vila ha asegurado que este martes presentarán una denuncia ante los Mossos d'Esquadra.

Todavía en este contexto pero reduciendo la escala en los más pequeños, el colegio Verd de Girona ha vuelto a las clases con el apoyo de dos psicopedagogas para tratar con los alumnos las consecuencias de las cargas policiales sufridas en la jornada de este domingo. Muchos padres han explicado que los niños no entienden nada porque no habían visto nunca pegar indiscriminadamente como hicieron los agentes del Estado español durante la celebración del referéndum. "Los niños estuvieron en el comedor todo el rato y con las persianas bajadas, hasta que entró la policía y les dijeron a los abuelos y niños que salieran", explica uno de los padres de los afectados que estaban en la escuela gerundense durante la jornada del domingo.

Después de la lamentable actuación que protagonizó la Guardia Civil y la Policía española, el Departament d'Ensenyament ofrecerá atención psicológica en los centros educativos, ya que algunos de ellos han solicitado el apoyo porque la actuación policial "ha golpeado la comunidad educativa".